miércoles, 10 de noviembre de 2010

¡Empezamos a subir............!

Poquito a poco, pero vamos progresando en el ranking de Wikio; lo que significa que hay más gente que me lee y apunta hacia mi enlace.
La verdad es que me prodigo poco, y tal vez sea este el problema principal, pero no tengo ni tanto tiempo como otros, ni tantas cosas que contar.
Pero bueno, seguiré al pie del cañón en la medida de lo posible.

martes, 9 de noviembre de 2010

Agradecimiento a Tierras Taurinas.


Hace unos días, cansado ya de esperar que me trajeran en mi kiosko habitual, así como en otros que pregunte, el nº 1 de la revista Tierras Taurinas, que, como sabéis, no figuraba en el lote de la suscripción, me decidí a pedirlo por la web y pagar cuatro eurazos más por los portes.

Feliz y contento recibí a los dos días el paquete y, al disponerme a leerlo con la mayor ilusión, me dí cuenta de que algo no estaba bien. Y es que, como se puede ver en las fotos que acompaño, estaba totalmente desencuadernado. 

Esto, que de haber comprado la revista por el canal habitual se habría detectado inmediatamente, me llevó a plantearme el reclamar por el mal estado de la mercancía comprada, la verdad es que sin grandes esperanzas, porque ya se sabe lo impersonal que resultan los tratos por Internet.

Así pues, mandé un correo dirigido al Sr. André Viard comentando el tema, y hoy he tenido respuesta suya en el sentido de que se me enviará otro libro sin cargo. No puedo por menos que agradecer el hecho, -lo cual haré en cuanto lo tenga en mis manos- ya que dice mucho en favor de este señor.

Tenía yo gran interés en leer el tomo (¿por qué Opus?) dedicado a la ganadería de Veragua, y me he quedado un poco contrariado, al  igual que me pasó con el de Victorino cuando se compara con los de Saltillo y Santa Coloma, en los que se entra más a fondo en los cruces, adquisiciones, etc. de los toros, con un esquema explicativo muy bien hecho a modo de árbol genealógico.

De cualquier modo aconsejo su lectura a todos los aficionados y les deseo que lo disfruten tanto como yo.
Es lo que nos queda, junto con alguna tertulia, coloquio y charla para pasar el duro invierno, así que leamos todo lo que caiga en nuestras manos.

A la cola tengo el último libro de D. Mariano Tomás Benítez, que fué presentado hace unos días en Valencia.

Me relamo de gusto sólo de pensarlo.

P.D.- ¿Me reñirán los sesudos académicos de la R.A.E. por poner "sólo" con acento?. Así es como me enseñó mi maestro y así lo pondré siempre. Entre la R.A.E y la S.G.A.E. nos pondrán a parir.

Con perdón.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Todos somos Adrián..............?

Soy consciente de que, después de tanto tiempo sin publicar una entrada, ahora salgo por peteneras. Pero es que leo acerca del tema y a veces se me rebelan las asaduras. ¡A buenas horas, mangas verdes!.
Como se suele decir, me atendré a las consecuencias que cause mi opinión.

Puede parecer muy duro lo que voy a decir, pero creo que es una realidad que, por mucho que se intente maquillar, está ahí. Me refiero a la desgraciada muerte de Adrián Gómez, un torero que sufrió, además de los sinsabores propios de aquel que no alcanza su sueño de llegar a ser figura del toreo, la desgraciada cogida que le llevó a pasar sus últimos días en la silla de ruedas, como consecuencia de las tremendas lesiones que sufrió.

A lo que voy. ¿Cuanta gente se ha acordado de Adrián en su día a día?. El devenir de los días para las familias que tienen a un ser querido en esas condiciones es muy duro, y ahí se demuestra el amor de su esposa y de sus más allegados familiares, en su cuidado; porque necesita hasta la más mínima ayuda para las tareas más esenciales. Es muy bonito salir en la foto el día del homenaje en Vistaalegre, y luego, si te he visto no me acuerdo.

Todos somos Adrián, decían, pero Adrián como tal solamente había uno, con sus miserias y sus penas, tragándoselas cada vez que veía toros las pocas veces que tendría ocasión, y maldiciendo -como yo maldeciría- no haberse vuelto a levantar de la arena. 

Al menos la gente se habría acordado más de él, porque ya se sabe que no es lo mismo morir en los ruedos, con su "grandeza", vestido de luces, que en la cama de un hospital de una puta neumonía y con un triste pijama que, seguramente le quedaría grande.

¿Qué le pasó a Julio Robles?. Tres cuartos de lo mismo.
Carnaza para la televisión y argumentos manidos para los detractores de la fiesta durante unos días, y después el olvido

Ahora todos se lamentan - pobre Adrián-, ahora que tú estarás en paz, ahora que podrás liarte el capote de paseo y hacer el paseillo entre las nubes de algodón, mirando, -sin el pay per tv- todos los festejos que se den en el mundo, en barrera, junto a los grandes maestros. Y sentirás tus piernas, y sentirás tu cuerpo libre cuando coloques en suerte el toro de la nueva corrida en la que toreas. 

¡Que Dios te reparta la suerte que te negó en vida!.