viernes, 3 de junio de 2011

Por qué.....? (Este post se perdió el día que falló Blogger)


Recuerdo que, cuando mis hijas eran pequeñas, a todas horas tenían esa mágica frase en sus boquitas; bien fuera como interrogación, así como también la usaban como reproche ante alguna negativa.
Conforme voy viendo toros últimamente, me voy planteando yo la misma pregunta para tratar de responderme a mi mismo o, en su defecto, ya que no encuentro explicación, para que algún sesudo especialista en esto de los toros, -y ya decía Joselito que de toros no entienden ni las vacas, según creo recordar- me lo explique como a un niño de cuatro años.
Las inquietudes que me quitan el sueño son,  por órden más o menos cronológico, las siguientes:
  • ¿Por qué de salida se les hace rematar a los toros de mala manera en el burladero?. Y no me sirve como respuesta que es para ver si humilla. Más bién para ver si se descuerna. Para muestra el topetazo del día de ayer en la corrida de Valdefresno, que el pobre toro tuvo para ir a la UVI.
Capítulo II, artículo 71 del Reglamento): 3. Queda prohibido recortar a la res, empaparla en el capote provocando el choque contra la barrera o hacerla derrotar en los burladeros. El lidiador que infrinja esta prohibición será advertido por el Presidente y, en su caso, podrá ser sancionado como autor de una infracción leve en los términos previstos en el capítulo III de la Ley 10/1991, de 4 de abril, y en el presente Reglamento, en particular si, a resultas de la acción irregular del lidiador, la res sufriera una merma sensible en sus facultades. Mi no saber.......

  •  ¿Por qué el picador masacra a los toros tapándoles la salida, aupándose sobre los estribos, barrenando sobre el lomo, más bién en la parte trasera del animal, picando en la paletilla, etc ?. Admitiré como animal de compañía que es de todos conocidos que, salvo honrosas excepciones, no saben su oficio, o los matadores no les dejan. Y eso que van subidos en un Pánzer.
(Artículo 72) 4: Cuando la res acuda al caballo, el picador efectuará la suerte por la derecha, quedando prohibido barrenar, tapar la salida de la res, girar alrededor de la misma, insistir o mantener el castigo incorrectamente aplicado. Si el astado deshace la reunión, queda prohibido terminantemente consumar otro puyazo inmediatamente. Los lidiadores deberán de modo inmediato sacar la res al terreno para, en su caso, situarla nuevamente en suerte, mientras el picador deberá echar atrás el caballo antes de volver a situarse. De igual modo actuarán los lidiadores cuando la ejecución de la suerte sea incorrecta o se prolongue en exceso. Los picadores podrán defenderse en todo momento.

  • Abundando sobre el tema anterior, ¿Por qué, en lugar de tirar de la rienda del caballo hacia la izquierda del animal, para así facilitar la salida por los pechos y la posibilidad de huida, lo que hacen es justamente lo contrario, girar el caballo teniendo como eje el toro, haciendo la llamada carioca y, de paso, echando todo el peso del acorazado jamelgo sobre el toro?. Porque en Madrid hay pencos que cualquier día se van a dar un barrigazo de tanto dejarse caer como damiselas desvanecidas.
  • Por qué, mientras se perpetra el crimen anterior, el señor alguacilillo contemporiza, incluso sin mirar hacia otro lado, en lugar de poner órden?. Golpear con la fusta sobre las tablas no asusta ya ni a un niño de pecho. Multa al cantop y aotra cosa, mariposa. Además de dar orejas, abrazos y besos a los espadas, es su deber reconvenirles sobre los excesos e irregularidades en la lidia, pero claro, si tampoco el Delegado Gubernativo cumple bien su función , poco se les puede pedir más que luzcan su bonito plumero. Menos mal que hace poco en Sevilla se hizo un quite con el sombrero que evitó una segura cogida a Rafaelillo.
Sigamos con mis cuitas, que no son pocas.


  • ¿Por qué, a la salida del caballo, cuando el toro a menudo pierde las manos, la gente se encrespa, protesta y exige la devolución de la res?. No se dan cuenta de que sale casi ciego, dolido, en los vuelos del capote, y humillado generalmente . ¿Que pasaría si nos dieran con un palo en los dientes y luego nos pidieran una sonrisa. ¿No es mejor esperar un poco a que el animal se reponga del duro castigo sufrido?. Luego se podrá, si asi se estima conveniente, echarlo al corral. Paciencia, señores....
  •  ¿Por que, la maldita y novedosa moda (bueno, ya no es tan novedosa) de llevar el toro al burladero de la segunda suerte mientras salen los picadores. ¡Si no se vá a ir a ninguna parte!. Luego el matador vá a buscarlo a donde sea para llevarlo a los terrenos de picar y es seguro que lo encuentra. ¿Por qué tantos tiempos muertos...?
  •  ¿Por qué hay tanto banderillero sin oficio, que coloca los pares -cuando los coloca- de cualquier manera, de uno en uno, de sobaquillo, lanzándolos a ver si se clavan solos, etc.?. ¿Por qué tanto capotazo para colocar al toro?. ¿Por qué no se abrevia y se banderillea a cada toro en función de su estado?. Porque, hasta los grandes toreros antiguos, y sus subalternos, usaban de todos los recursos con el fín de parear, bién sea al sesgo, al hilo de las tablas, etc., y ahora, si no median tres o cuatro pases de capa -algunas veces verdaderos tirones que descoyuntan al toro- no hay manera alguna de hacerlo.
  •  ¿Por qué no saluda, al igual que sus compañeros tras un gran tercio de banderillas, el torero que ha estado bregando?. Muchas veces es más bonito ver como mece la enbestida con el suave manejo del capote, llevando tras los vuelos el hocico del animal. ¡Jo, que cursilada he escrito. Ya me vale....!
  • ¿Y por qué, nada más poner su par el tercero de la cuadrilla, pide con insistencia al mozo de espadas, además de su capote de brega, el juego de puntillas?. ¿Acaso se las van a quitar.....?. ¿No es más cómodo estar atento a la lidia, para intervenir si la ocasión lo requiere, llevando las manos vacías que llenas. O, como algunos, dentro del chaleco?. Parecen Harry el sucio.
Vamos al tercio final de la lidia. El matador bebe un buchito de agua, besa la medalla que tiene el vaso, escupe el líquido sobrante, coge sus trastos, pide permiso al presidente y, a veces brinda. Otras veces solamente maldice lo que le ha tocado en el sorteo, pero, a lo que vamos:
  • ¿Se han fijado lo bién que se ven los toros desde la barrera?. Me explico. Presten oídos atentamente y notarán que algunos toreros, matadores quiero decir, que toreros son todos, algunos digo no paran de recibir consejos desde la tronera del burladero, desde el burladero de apoderados, desde el callejón, y eso sin contar con los del tendido, pero me referiré únicamente a los que se reciben por parte de los profesionales. Tal parece que el espada vá a tomar la primera comunión con tantas instrucciones en lugar de estar frente a un toro, con más o menos oficio, pero de cara a la "leña". Frases al uso como: 
"Vámonos. En algunas Comunidades Autónomas sustituido por "'Ámonoh". Sin ofender a nadie, eh."Óle los toreros buenos....". o "Güenos". Más bién esto último, universalmente aceptado."Pónsela". "Por abajo". "Échasela alante". "Salte pa' fuera". ¡Como si se pudiera salir p'adentro....!. ¿?.: "Sácalo pa' fuera", con la misma salvedad anterior. "Vamos a rematar"¡Ya está bién señores...!, que se les supone sabedores de lo que tienen que hacer como para encima estar soportando la cantinela. ¡Póngan ustedes órden en sus cuadrillas y hagan callar al que debe estar callado.! ¡A buenas horas un Joselito o un Mazzantini hubiesen consentido semejante disparate!. ¡Tápese usted, caballero...!.
  • Y para rematar, valga la redundancia, ¿Por qué esa moda de terminar las series de muletazos con un doble pase de pecho?. ¿No se supone que es un pase obligado. Por qué duplicarlo, cuando muchas veces sale tan forzado que desluce?.
¡Ale, ya tenéis preguntas para entreteneros!. En cuanto se me recarguen los colmillos volveré a la carga, porque esto no es todo. Ahora mismo me dispongo a ver la segunda de San Isidro, así que tengo que dejarlo.
¡Que Dios reparta suerte...!.
Que nos vá a hacer falta.

Besitos.

1 comentario:

cadahalseño dijo...

Buenas preguntas. Lo malo es que los que deben responderlas mirarán para otro lado.