martes, 2 de junio de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 79. Encuentros en la segunda fase.


Puede resultar paradójico, aunque a mí no me lo parece demasiado porque ya me lo esperaba. Me refiero a lo visto esta misma mañana cuando he salido con el perro para que hiciera "sus cositas". Nada más que dos personas he podido ver paseando-haciendo ejercicio, cuando la semana pasada era mucho mayor la cantidad de gente que se podía observar haciendo lo mismo. 

Y es lógico porque no se puede pretender que no haya aglomeraciones cuando se está encasillando a la población en horarios estrictos para hacer lo que en la vida normal se reparte a lo largo del día. Ahora, con el cambio de fase, todo parece más normal, y hablo de la "antigua normalidad", como han decidido que se llama lo de antes, y así creo que es mejor, aunque los sabios no lo hubiesen tenido en cuenta. Se sufre, pero se aprende. Eso espero.

Durante todo el fin de semana largo que me tomo últimamente estoy desconectado de la televisión y las noticias en general, así que, al reincorporarme estoy en Babia y tengo que ponerme un poco al día. De ese modo me enteré ayer mismo del tema que hay en candelero con la churri del Coletas y el polémico vídeo en que comenta "off the record" con la periodista temas tan jugosos como el de la mani del 8-M que tantísimo interés tenía la Irene.

Una vergüenza más que añadir a su currículum, pero poco se puede esperar de semejante "individua" metida a ministra a dedo, cuando se dirige a su interlocutora tratándola de "tía", lenguaje barriobajero y choni donde los haya, nada aconsejable para un cargo como el que ella ocupa. Eso está bien para las asambleas de la Puerta del Sol, pero no para la vida política.

Sin pudor ni asfixiarse en su propia mierda tiene el cuajo de decir que la manifestación no han contado con tantas personas como la del año anterior "debido al coronavirus, tía, pero eso no lo voy a decir". Pues nada, a seguir en esa línea y que sea lo que Dios quiera. Pero bueno, como es quien es, que es casi como decir la cuñadísima de Pedro Picapiedra, todo lo que escupa por esa bocaza está más que perdonado. Eso, o a dormir al sofá, Pablito.

Y mientras tanto, el señor Marlaska se queda pegado a su sillón ministerial como si se hubiera puesto Loctite, en lugar de dimitir por mentir (una vez más, y van.....) con respecto al cese del coronel de la Guardia Civil, máxime cuando le han pillado en la mentira. Lo que yo recomendaría es que él y la directora de la Guardia Civil nos hicieran un favor a todos los españoles matando dos pájaros de un tiro, es decir, presentando su dimisión irrevocable. 

Pero me da en la nariz que estos "pájaros" van a seguir volando voy, volando vengo, como cantaba el Camarón.

Ya veremos si finalmente el que pague el pato no sea Don Simón.


P.D.- Los días que faltan no se han perdido, es que son mis días de asueto duramente ganados y, en consecuencia, cobrados en fines de semana


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