Recuerdo perfectamente la primera vez que ví a Paco Cano, aunque en realidad debería decir la primera vez que hablé con Paco Cano, porque él ya era famoso incluso antes de que yo naciera. Sin embargo, tanto entonces como ayer mismo, su proceder fué el mismo, es decir, como si me conociera de toda la vida. Fué una noche de la Feria de Julio de 1985 en la que yo estaba con un amigo haciendo tiempo para ver una desencajonada, si no me falla la memoria, cuando pasó por mi lado Cano, como con prisa.
Le saludé con un "Hola Paco", y al igual que ayer, puso su mano sobre mi hombro y, con esa peculiar forma que tiene de decir las cosas, como en secreto, al oído, me contó que iba a la clínica de Santa Teresa porque le habían dicho que Miguel Avellán "El maletilla de oro", padre que es del actual Miguel Avellán, estaba luchando por salvar su pierna.
En la corrida de la tarde, a la que asistí, al sacar un toro del caballo y andarle hacia atrás, tropezó y cayó en la cara del toro, sufriendo una grave cogida. Retomando el asunto, me informaba que D. Felipe de Luz había detectado cangrena gaseosa, como fatalmente se confirmó más tarde.
Así es Cano, directo, personal, amigable.
Por eso ayer, mientras cogido de mi brazo (os habéis fijado que casi siempre se cuelga del brazo) nos dirigíamos hacia el ascensor del hotel donde se presentaba un libro sobre él para bajar al sótano, me decía que le dolía la pierna ("la puta becerra" sic), a lo que yo le pregunté si es que había toreado. Me dijo que hacía unos días, en una capea una becerra le dió un revolcón.
¡Con noventa y siete años.................!.
Yo le dije: "coño Paco, que más quieres, estás loco....".
A continuación me relataba que acababa de llegar del Burgo de Osma, "-Hacía tanto frío que, al ir a mear casi me la tengo que sacar estirando con una cuerda..............-), osea, como si fuera íntimo desde hace años. Así es Cano.
Le reclamé la foto -por tercera vez- que me hizo con José Miguel Arroyo "Joselito" en la charla que dió hace poco en La Beneficencia de Valencia, y, al igual que las otras dos veces, obtuve la misma respuesta: "No sé donde la tengo.....". No me extraña, porque su archivo debe ser enorme.
Tuve al suerte de que me firmara el libro Mitos de Cano, con una dedicatoria, y le insté a ver si publicaba otro tomo con fotos de toreros.
Estuvo ocurrente, como siempre, al dirigirse al público asistente, y agradeció su apoyo.
Creo que habrá que dejar un hueco en el libro de los mitos, porque él es, ahora mismo, un verdadero mito viviente.
Al despedirnos no me besó, como suele, porque todavía me conoce poco, pero al tiempo.
-MiguelitoNews-
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