jueves, 11 de enero de 2024

Arantxa.


¿De verdad creías que me iba a olvidar de ti?. Espero que no, porque, de lo contrario tendríamos unas palabritas. Y es que hace unos pocos días escribí algo para tu hermana aprovechando que la había visto, y me prometí que también haría lo mismo contigo.

 No por nada. No por cumplir la cuota que a día de hoy parece ser necesaria e incuestionable para quedar bien, sino porque para mí sois mis sobrinas favoritas, pese a quien pese y/o opine lo contrario.

Yo no me veo en la necesidad de dar explicaciones a nadie.

Mi Arantxi es caso aparte. Cariñosa y mimosona a más no poder; al menos conmigo, que con su novio-amigo-fuerte ya no quiero entrar en detalles, cuanto menos escabrosos. Como iba diciendo, es curioso y, a la vez me resulta muy reconfortante, el hecho de que demuestre tanto cariño cada vez que me ve y me llena de besos y abrazos.

Es, salvando las distancias con Yoli, otra forma de ser, de expresar el mismo sentimiento pero de forma distinta. Cada uno somos de una manera, y eso es difícil, cuando no imposible, de cambiar. Y me gusta, no lo voy a negar. Me siento importante y querido. Orgulloso de tener unas chicas que me transmiten todo su afecto, su cariño, su verdad sin tapujos. Y soy el más feliz del mundo.

Arantxa es, diría yo, la antítesis deYoli. Más temperamental, más de hacer las cosas desde las tripas –en eso se parece a mí- sin pensar más allá de lo que en realidad quiere transmitir; simplemente lo suelta y ya está. Que cada uno lo tome por donde quiera.

Viéndola tratar con su madre, al igual que me pasaba con Yoli, siempre me pareció un poco agobiante -no te enfades-, porque era tal la dedicación que podía resultar excesiva. Y era, ni más ni menos, que amor sin medida, aunque a veces pueda superar al que lo recibe, pero que demuestra entrega total.

Conservas -muchas gracias- una foto que te hice de cuando eras pequeña, y me parece que estás tan orgullosa de cómo quedas, que la tienes en tu perfil de mensajería. Esta misma mañana te he pedido que me la enviaras, porque también a mí me ha gustado siempre y no la tenía. Ahora ya es mía, y la guardaré con cariño.

Hoy, adicionalmente, es tu cumpleaños, y de ahí que quiera aprovechar la ocasión para escribirte estas sentidas letras que salen del fondo de mi corazón, como cada cosa que escribo. Y lamento que, a lo mejor, o a lo peor, no queden tan bien como me hubiese gustado; que uno no está siempre en su momento más brillante ni inspirado, y unas cosas quedan mejor que otras.

Pero lo importante, al menos para mí, es intentar transmitir lo mucho que te quiero y te valoro, no ya como familia, sino como persona, con tus virtudes y tus faltas, con tus contradicciones y tu actitud. Con tu genio –no lo pierdas nunca-, que pueda ser modelado, o no, que eso dice mucho de ti, y con tu manera de estar, distinta y única, como debe de ser.

 Con tu personalidad.

Sabes lo mucho que te quiero, o deberías saberlo, pero por si acaso te lo recuerdo. Estoy muy orgulloso de tenerte como sobrina o, aunque no fuera así, por haber tenido la oportunidad de conocerte y cruzarme en tu camino. Una persona excepcional.  Eres un amor. Sigue así, por favor, porque si cambias no te reconoceré. Y no quiero.

La próxima vez que nos veamos no hace falta que me hagas mucho la pelota por haberte escrito eso. Solamente espero que me sigas queriendo como hasta ahora. Como yo te quiero a ti.

No necesito más.

Tu tío.

-Migue-


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