No es la primera vez que ocurre, ni creo que sea tampoco la última. Lo que pasa es que es tal la incredulidad que me deja sin reacción, y por eso no suelo decir nada. Me lo trago y ya está.
Me refiero a que veo los reportajes que hacen de las ferias y/o corridas sueltas en Francia - Mont de Marsan, Nimes, Bayona, Ceret, etc, y observo con estupor el tratamiento que se le da allí a toda la liturgia que conlleva la corrida.
Principalmente en lo concerniente a la suerte de varas, suerte esta que ni está ni se le espera en España, habiendo pasado a ser el pariente pobre de la tarde, mientras se revuelven en sus tumbas personajes como Badila, Calderón y otros, al ver el devenir de sus días dorados, cuando ellos eran los verdaderos artífices, y desde entonces, los picadores lucen el oro en sus chaquetillas.
Decididamente hay que ir a Francia para ver citar al toro por derecho, ofreciendo el pecho del caballo, alegrando al toro con la voz y la vara en alto, con caballos - que no tanques- con movilidad. Para ver las varas en su sitio, uno, dos, tres, cuatro, y así.........las veces que haga falta, siempre que no se asesine al animal en el primer puyazo. Para levantar el palo y, si hiciese falta en pos del lucimiento, picar con el regatón.
Pero no, aquí somos más papistas que el Papa, y masacramos, "carioqueamos" (vocablo éste nuevo), ahondamos, barrenamos y toda clase de adjetivos terminados en -amos, desluciendo la suerte y perdiendo el respeto que merece el toro.
Asisto con rabia a la visión de las imágenes, en las que veo el interés que se toman todos los intervinientes, es decir, picadores, banderilleros, matadores, hasta los monosabios y los areneros, -he visto la salida a hombros del matador de turno ¡y no le han destrozado el vestido de torear........!, ¡No le han arrancado los alamares, los caireles, las hombreras!.-
No me lo puedo creer...........
¡Que ignorantes y anticuados están estos franceses....!.
Como iba diciendo, me da coraje la puesta en escena en las plazas francesas, cuando aquí, en su tierra, ante su público español, son capaces de todas las artimañas y ventajas en lugar de podernos deleitar con las cosas como deben hacerse, porque ¿qué tiene el público francés que no merezcamos los demás?.
¿Por qué no muestran el mismo interés y profesionalidad aquí como allí. ¿Acaso no suenan igual los aplausos; no son las mismas manos humanas las que los producen?.
¿Por qué no muestran el mismo interés y profesionalidad aquí como allí. ¿Acaso no suenan igual los aplausos; no son las mismas manos humanas las que los producen?.
Me cabrea mucho el tema cada vez que lo veo, pero no espero que cambie, porque ellos no quieren que así sea, porque los verdaderos interesados deberían de ser los que se visten de luces, y no están por la labor. Desconozco el motivo, pero así es.
Porque vamos a ver, yo escucho los olés igual que en España. ¿Qué cambia.....?
Yo, cuando estudiaba, elegí el inglés como idioma. Parece ser que me equivoqué.
Quizás tenga que ir a estudiar francés, a ver si ahí está la solución.
¡Mon Dieu!.
Foto: André Viard.