Hay que ver lo ayunos que estamos, para conformarnos escuetamente con dos pares de banderillas y una suerte de varas hecha como mandan los cánones. Y así nos luce el pelo. ¿Será porque esperamos lo que nunca, o casi nunca, nos será dado........?. Tiene guasa que, con lo que llevamos de feria "del arte", -que para eso está el "artista" Casas en el staff de las Ventas- , tiene guasa, digo, que podamos recordar algún par suelto, algún "echar el palo por delante", dar los pechos del caballo, etc., cuando lo único que pedimos es ver una tarde de toros. No digo una gran tarde de toros, que eso ya está pareciendo utópico, sino tan solo, un poquito de verguenza torera, empresaria y ganadera. Y no precisamente en este órden.
Ir a los toros supone un esfuerzo dinerario importante, y más con la que está cayendo, como para que, al salir solamente pienses en que te la han vuelto a "clavar" una vez más.
Y nos indignamos.
Pero poco.
Tampoco es para acampar en la Puerta del Sol, pero si para devolver la entrada cuando se nos torea antes de entrar en la plaza, con los bailes de corrales que se han convertido ya en un clásico en cualquier feria de plaza de primera que se precie.
Pero somos animalitos de costumbres, y a falta de pan buenas son tortas, que decía mi abuela; por lo tanto acudimos una y otra vez, como el burro que mueve la noria, a que nos la den con queso.
Y cuidado con disentir de la prensa "oficial" y apesebrada, porque te tratarán de advenedizo cuanto menos, sino es de ignorante y metomentodo.
Por eso, cuando vemos siquiera un lance, una pata p'alante, un gesto, nos quedamos casi complacidos, soñando con que algún día podremos ver la verdad en el toreo.
Pero eso es casi tan incomprensible como decir "Inteligencia Militar".
Y que nadie se dé por aludido, que no pretendo herir sensibilidades.
-MiguelitoNews-