Aquí los tenemos, más chulos que un ocho después de haber consumado su "gesta" valiéndose una vez más del pacto del abrazo, con el que sellaron el acuerdo Frankenstein que tanto juego les está dando. A pesar, no hay que olvidarlo, de que a Pedrosánchez lo tiene "el moños" cogido de sus partes nobles, y no tiene más que apretar un poquito para que ¡sorpresa!, donde dije digo digo Diego.
Pero vamos a tener presupuestos, eso sí, tras el parto de la burra. Y todos (o casi) contentos. Habrá que esperar para ver las concesiones que ha hecho el presi, que esa es otra. Pero todo está perdonado tras ver con que amor, con que delicadeza cogían papá y mamá al recién nacido para presentarlo, y luego, al despedirse, codito con codito, tetita con tetita. ¡Qué tierno!. Casi se me saltan las lágrimas.
Ahora dirán -ya lo están haciendo- que van a ser los mejores, los mas chupiguay del mundo mundial, que se van a enterar los ricos y los pobres van a ver realizados sus sueños, con un montón de dinero para dedicar al ocio, que todo no va a ser currar. Vamos, las mismas gilipolleces de costumbre, pero seguimos aborregados cada día más. Habrá que esperar para ver la letra pequeña y descubrir realmente en qué queda todo.
Los superministros se contradecirán unos a otros tratando de colar la mentira, pero eso ya no debería de sorprendernos; es habitual. De momento parece ser que ha rebajado de ocho meses a cuatro, de modo que, en lugar de contarnos mentiras una vez lo harán dos por lo menos. ¡Chupate esa....! Y eso sin que le aprieten las pelotillas, que ya tiene mucho cuidadín su socio en hacerlo sólo cuando a él más le interesa; no va a dejar que nadie más le meta mano, que para eso es el macho Alfa de la manada.
Ya hablaremos cuando se vayan sabiendo de verdad las partidas del dichoso presupuesto, aunque de momento parece ser que a la Casa Real le han subido el sueldo. Será para que se puedan comprar más modelitos de Felipe Varela y para pagar la cuota de comedor en el cole de la infanta y la princesa de la tierra de la sidriña.
Ya veremos si sube el IVA, la gasolina o lo que sea, que todo no va a ser bonito. De momento han hecho marcha atrás en la subida del impuesto al diésel, aunque solo se ha comprometido con la boca pequeña, y ya sabemos como le crecía la nariz a Pinocho.
En el tema de las bebidas azucaradas es que flipo. Parece ser -habrá que confirmarlo para no meter la pata-, parece ser, digo, que se va a aplicar un IVA del 21% en lugar del 10% actual pero, y aquí viene lo bueno, el común de los mortales, osea vosotros y yo, pagaremos el 21% si compramos en casa del señor Roig y otros (léase supermercados), mientras que los bares y restaurantes cuando compren Coca Cola, por ejemplo, también pagarán el 21% pero luego se deducirán el 11% en su declaración trimestral de IVA.
¿De verdad nos hemos de creer eso?. ¿De verdad no nos van a subir el precio en la barra del bar?. Amos anda, que diría un castizo. ¿Es penseu que jo me rosegue la faba o qué....?.
Por eso, y como soy el espíritu de la contradicción, seguiré bebiendo vino, cerveza, whisky y lo que se tercie a tutiplén.
¡¡Se van a enterar.....!!.
-MiguelitoNews-
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