miércoles, 10 de noviembre de 2010

¡Empezamos a subir............!

Poquito a poco, pero vamos progresando en el ranking de Wikio; lo que significa que hay más gente que me lee y apunta hacia mi enlace.
La verdad es que me prodigo poco, y tal vez sea este el problema principal, pero no tengo ni tanto tiempo como otros, ni tantas cosas que contar.
Pero bueno, seguiré al pie del cañón en la medida de lo posible.

martes, 9 de noviembre de 2010

Agradecimiento a Tierras Taurinas.


Hace unos días, cansado ya de esperar que me trajeran en mi kiosko habitual, así como en otros que pregunte, el nº 1 de la revista Tierras Taurinas, que, como sabéis, no figuraba en el lote de la suscripción, me decidí a pedirlo por la web y pagar cuatro eurazos más por los portes.

Feliz y contento recibí a los dos días el paquete y, al disponerme a leerlo con la mayor ilusión, me dí cuenta de que algo no estaba bien. Y es que, como se puede ver en las fotos que acompaño, estaba totalmente desencuadernado. 

Esto, que de haber comprado la revista por el canal habitual se habría detectado inmediatamente, me llevó a plantearme el reclamar por el mal estado de la mercancía comprada, la verdad es que sin grandes esperanzas, porque ya se sabe lo impersonal que resultan los tratos por Internet.

Así pues, mandé un correo dirigido al Sr. André Viard comentando el tema, y hoy he tenido respuesta suya en el sentido de que se me enviará otro libro sin cargo. No puedo por menos que agradecer el hecho, -lo cual haré en cuanto lo tenga en mis manos- ya que dice mucho en favor de este señor.

Tenía yo gran interés en leer el tomo (¿por qué Opus?) dedicado a la ganadería de Veragua, y me he quedado un poco contrariado, al  igual que me pasó con el de Victorino cuando se compara con los de Saltillo y Santa Coloma, en los que se entra más a fondo en los cruces, adquisiciones, etc. de los toros, con un esquema explicativo muy bien hecho a modo de árbol genealógico.

De cualquier modo aconsejo su lectura a todos los aficionados y les deseo que lo disfruten tanto como yo.
Es lo que nos queda, junto con alguna tertulia, coloquio y charla para pasar el duro invierno, así que leamos todo lo que caiga en nuestras manos.

A la cola tengo el último libro de D. Mariano Tomás Benítez, que fué presentado hace unos días en Valencia.

Me relamo de gusto sólo de pensarlo.

P.D.- ¿Me reñirán los sesudos académicos de la R.A.E. por poner "sólo" con acento?. Así es como me enseñó mi maestro y así lo pondré siempre. Entre la R.A.E y la S.G.A.E. nos pondrán a parir.

Con perdón.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Todos somos Adrián..............?

Soy consciente de que, después de tanto tiempo sin publicar una entrada, ahora salgo por peteneras. Pero es que leo acerca del tema y a veces se me rebelan las asaduras. ¡A buenas horas, mangas verdes!.
Como se suele decir, me atendré a las consecuencias que cause mi opinión.

Puede parecer muy duro lo que voy a decir, pero creo que es una realidad que, por mucho que se intente maquillar, está ahí. Me refiero a la desgraciada muerte de Adrián Gómez, un torero que sufrió, además de los sinsabores propios de aquel que no alcanza su sueño de llegar a ser figura del toreo, la desgraciada cogida que le llevó a pasar sus últimos días en la silla de ruedas, como consecuencia de las tremendas lesiones que sufrió.

A lo que voy. ¿Cuanta gente se ha acordado de Adrián en su día a día?. El devenir de los días para las familias que tienen a un ser querido en esas condiciones es muy duro, y ahí se demuestra el amor de su esposa y de sus más allegados familiares, en su cuidado; porque necesita hasta la más mínima ayuda para las tareas más esenciales. Es muy bonito salir en la foto el día del homenaje en Vistaalegre, y luego, si te he visto no me acuerdo.

Todos somos Adrián, decían, pero Adrián como tal solamente había uno, con sus miserias y sus penas, tragándoselas cada vez que veía toros las pocas veces que tendría ocasión, y maldiciendo -como yo maldeciría- no haberse vuelto a levantar de la arena. 

Al menos la gente se habría acordado más de él, porque ya se sabe que no es lo mismo morir en los ruedos, con su "grandeza", vestido de luces, que en la cama de un hospital de una puta neumonía y con un triste pijama que, seguramente le quedaría grande.

¿Qué le pasó a Julio Robles?. Tres cuartos de lo mismo.
Carnaza para la televisión y argumentos manidos para los detractores de la fiesta durante unos días, y después el olvido

Ahora todos se lamentan - pobre Adrián-, ahora que tú estarás en paz, ahora que podrás liarte el capote de paseo y hacer el paseillo entre las nubes de algodón, mirando, -sin el pay per tv- todos los festejos que se den en el mundo, en barrera, junto a los grandes maestros. Y sentirás tus piernas, y sentirás tu cuerpo libre cuando coloques en suerte el toro de la nueva corrida en la que toreas. 

¡Que Dios te reparta la suerte que te negó en vida!.




jueves, 28 de octubre de 2010

Escritos Taurinos.

Anoche, con gran asistencia de público, se celebró la presentación del nuevo libro de D. Mariano Tomás Benítez: Escritos Taurinos, en la sala Alfonso el Magnánimo, del Centro Cultural La Beneficencia de Valencia.

El acto fué presentado por el director de la Escuela Taurina de la Diputación Manolo Carrión mano a mano con el periodista Enrique Amat, que se encargó de recopilar, según sus palabras, la voluminosa información escrita que le fué facilitada por "don Mariano", como es conocido por la afición. El libro estaba a la venta a la entrada del acto al precio de 16 euros, lo cual, contando con que tiene cerca de 400 páginas, no está nada mal para los tiempos que corren. 

Estoy ansioso por empezar cuanto antes su lectura, la cual promete, ya que está escrito en cuatro partes, a saber: una breve biografía del autor, su faceta como escritor, conferenciante y jurista; todo ello aplicado al tema taurino. Una vez más, a pesar del término de la temporada, los actos culturales relacionados con la tauromaquia, atraen a numerosos aficionados que gozamos con todas estas manifestaciones para sobrellevar "el mono", mientras esperamos el inicio de un nuevo año taurino.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Entrada muy interesante.

Por lo interesante y curioso que es, aconsejo leer la entrada del blog de Antonio Díaz:

http://eltoroporloscuernos.blogspot.com/2010/08/fabula-del-mundito-que-suena-mosterin.html

Es para quitarse el sombrero.

miércoles, 28 de julio de 2010

La puntilla.


Finalmente lo han conseguido. El triunfo de la sinrazón se ha consumado merced a las ansias nacionalistas, que no humanitarias, de unos pocos individuos que todavía pensarán que representan a alguien al emitir su parecer en forma de voto. ¿A quien creen que representan....?. ¿Sólo por  hecho de estar en un parlamento, elegidos por el pueblo y pagados por él los legitima para estar por encima del bien y del mal..........?.
Imaginemos por un momento que yo fuese catalán, nacido en Cataluña, de padres catalanes, de sangre vieja y catalanoparlante, para ponerme en lo peor, en lo más fetén de lo fetén.
Aunque también podía ser  nacido en  Cataluña, de padres "nacionales", que no "pura cepa", y hablar asimismo en catalán.
Y poniéndome en lo peor, es posible -y tal vez mayoritario- que hubiese nacido en otra parte de España, (o debería decir en España, porque ya se sabe que Catalunya no es Espanya), con lo cual sería considerado un "charnego".
Pues bien, con todo lo anteriormente citado, quizá hubiese votado en su día a CiU, o al PSC, o, poniéndome en el extremo más radical, a Esquerra Republicana de Catalunya, y a pesar de todo esto, cabría la posibilidad de que me gustaran los toros.
¿Que has dicho?. Retrógrado, asesino, torturador, mala persona................., estos y otros muchos  calificativos serían añadios al referirse a mi por ciertas personas cultas, educadas, amantes de los animales, europeístas, avanzados a su tiempo y, sobre todo, demócratas de boquilla.
Porque no se puede ser y no ser a la vez; no se es demócrata aquel que, amparado por la circunstancia de estar en un lugar desde el que puede emitir un voto vinculante, atropella los más elementales principios de esa democracia desde la cual actúa.
Porque, con su voto "de conciencia", anula aquel que depositaron en él aquellas personas a las que sí que les gustan los toros, y no le dieron con su papeleta patente de corso para decidir por ellos un tema que, si tuvieran verguenza, habrían obviado en aras de solucionar, o tratar de hacerlo, los innumerables problemas que están desangrando a nuestro país.
Pero no, el primer paso para la segregación de España, - su segregación a la medida- ya ha sido dado, con la connivencia de los poderes públicos y el mirar hacia otro lado de quien no ha querido "mojarse", con voto nulo o mejor aún, si pero no, yo voto en contra de la abolición pero en el fondo estoy contento de que haya prosperado la moción; a lo mejor porque ostento un cargo donde es más conveniente ofrecer una cara amable para salvar el culo. No sé si me entienden.
Estoy muy cabreado, y eso se nota; y ha de pasar tiempo para serenarme y no hacer que me haya puesto ante la página en blanco del blog para desahogarme, con la boca caliente y con palabras que tal vez fuera mejor no decir.
¿Y ahora qué.........?. Porque hasta Enero del 2012 estará caliente el cadáver al que hoy le han dado la puntilla. ¿Qué pasará con las corridas contratadas?. Porque ya han afirmado que se van a dar, aunque lo que yo desearía es que no asistiera nadie, que la casa Balañá se comiera ella sola el pastel que le han cocinado sus pinches, y que le sentara mal, a cuenta de los millones que le van a caer "a la saca". Muy tristes por lo tanto no estarán, creo yo.
Ahora, los taurinos deberíamos hacer campaña para que no se comprara una sola entrada en las taquillas de la Monumental, sobre todo con dinero de los españoles, aunque me alegraría sobremanera que tampoco pagaran los catalanes, y resalto los dos patronímicos para ponerme a su altura, no porque piense así.
Yo, afortunadamente vivo en una Comunidad en la que puedo ver toros sin la amenaza nacionalista, y espero que dure muchos años. También sé que no hay nada eterno, que en tiempos pasados, ciertos reyes y Papas prohibieron las corridas de toros y, posteriormente, el pueblo soberano exigió y consiguió que volvieran a darse funciones. Hoy en día, con lo ilustrados que estamos, con lo humanistas que somos, no me cabe duda de que se podía esperar más de nosotros, y sin embargo así nos luce el pelo.  O les luce a ellos, que no quiero igualarme con esa gentuza.
Las leyes cambian, y todo se puede volver a votar; por lo tanto espero que algún día vuelva la cordura y se respeten las libertades que hoy, bajo la bandera de la democracia, nos han usurpado.
Parafraseando con matices a Sir Winston Churchill:
"Nunca tantos debieron tanto a tan pocos".
Entendiendo por "deber" su vil maniobra.
Yo soy español, al igual que ellos, porque así lo dice mi D.N.I., y valenciano, y me siento muy orgulloso de serlo, y ellos, aunque se les revuelvan las tripas, también llevan lo mismo en su identificación.
La diferencia está en que yo respeto a los catalanes, y, por ende a los españoles.
Y este matiz, a muchos no les entra en la cabeza.

lunes, 26 de julio de 2010

¡Si Badila levantara la cabeza.....!

Debo reconocer que cierto morbo me producía el hecho de acudir a la corrida de La Quinta, y no por esperar nada malo, ni por desear "fatiguitas" a los lidiadores, sino porque esperaba ver un espectáculo diferente al uso de los actuales, una lidia más a la antigua, una sensación de peligro latente y de dominio del hombre sobre el toro. En definitiva: un espectáculo digno de toros y toreros, antítesis de los pegapases, del destoreo, del perri-toro. Y no me defraudó, aunque también es justo decir que esperaba un poco más de lo que ví.

Y lo que ví se resume en unos toros correctamente presentados, con hechuras en el tipo de la casa, con sus kilos justos, sus cabezas astifinas, con trapío suficiente para desmontar la fantasía del anti-toro, del buey pasado de peso que no puede con su alma. Y estos animales no necesitaban más, eran preciosos y el buen aficionado no debe exigir otra cosa, porque sacar a los toros de tipo respecto a su morfología no ayuda a la fiesta. ¿De que sirve un torazo, por mucha cara que tenga, por muchos kilos que arrastre, si se ahoga al segundo muletazo?. ¿No es más bonito verlo ir y venir, con raza, con movilidad, con alegría?. Yo así lo creo.

Decía que esperaba más, -quizá esperaba demasiado para los tiempos que corren- porque eché en falta un tranco más en las embestidas. Es verdad que había que tirar de ellos en cada muletazo, pero no se iban largos, se quedaban todos un pelín cortos, excepto el quinto, que empezó bien, pero al segundo enganchón en la muleta de Rafaelillo se desengañó y cambió por completo.

No tuvieron mala idea, fueron nobles, pero había que estar ahí, y esa fué otra de las cosas que pude apreciar en el devenir de la corrida, porque ví a Angel de la Rosa muy torero, con sus faenas sobre la izquierda muy pulcras, sin enganchones, templadas. Aunque le faltó chispa, es un buen torero,  pero le falta esa pizquita que enciende los tendidos, porque, al torear tan pocas corridas como torea hay que echarle un poco más de emoción para llegar a levantar a la gente de sus asientos.

Rafaelillo está curtido con las corridas que suele torear, que no son peritas en dulce, y claro, tiene suficientes recursos para llegar a la gente. Una buena estocada a su primero le valió la oreja. No fué tan buena la de su segundo toro, que hizo guardia.

A Tomás Sánchez sólo lo pude ver en su primero, ya que tuve que salir con prisas para coger un tren, así que no ví la faena que le valió la oreja. En su primero estuvo a la altura del toro, que no es poco.

Pero salí de la plaza con gozo hasta las entretelas, con una recarga de pilas de aficionado como hace tiempo no sentía.  Y todo fué por un puyazo. Si, por un tercio de varas como Dios manda, porque hay que ver como se picó toda la corrida. De pena. En el costillar, en la paletilla, traseros, etc. Flaco consuelo nos queda a los aficionados que nos contentamos con tan poco. Pero señores, ese "poco" fué, ni más ni menos,  hacer la suerte como se tiene que hacer.

Cierto es que Rafaelillo quiso lucir al toro y lo dejó largo. También es verdad que el toro se lo pensó un poco, pero fué eso, un poco. El picador toreó con el caballo un par de veces, echó el palo al citar y se le arrancó como un avión. Se agarró arriba, en su sitio, y el toro recargó. Nada de cariocas, de hurgar, de barrenar. No señor, un puyazo con todas las de la ley.

Y digo yo: ¿Tan difícil es hacer las cosas bien?. ¿Acaso los picadores no saben como deben ejercitar su oficio dignamente?. ¿No tienen orgullo torero que les haga merecedores de una ovación?. Estoy seguro de que, en los tiempos que corren y lo mal que se pica, una ovación a un picador, por lo extemporáneo que resulta, adquiere mayor valor. ¿Por qué entonces no se aplican para hacerlo bien.

Había que ver la cara que traía Esquivel al pasar frente a mi localidad. Estaba lleno de orgullo, hinchado el pecho, casi llorando.
¿Y eso es malo?.
Yo no suelo aplaudir nunca en los toros, y no porque no me emocione, es porque soy así. Aprecio las faenas, los momentos, un pase, un par de banderillas, un buen puyazo o una estocada, un natural al ralentí; muchas y muy variadas cosas durante la corrida, pero no aplaudo. Me surge un óle, sí, con acento en la o porque me sale de muy adentro, y es espontáneo.

Pero con el puyazo del quinto toro me salía humo de las manos durante y después, incluso cuando se retiraba del ruedo, y me gustó, y le agradecí al picador ese momento mágico que me regaló y todavía me dura.
Me levanté y le aplaudí con muchas ganas. ¡Gracias torero!.

De ahí el título de la entrada. El picador de Frascuelo, el señor Bayard,  se sentiría orgulloso de ver que todavía queda gente como Esquivel.

jueves, 27 de mayo de 2010

LOS APODOS TAURINOS TERMINADOS EN "ET". (Final).


Con esta entrada, he llegado al final de la transcripción de "mi tesoro", el cual espero hayáis disfrutado tanto como yo.

"Se ha prescindido de citar a aquellos toreros conocidos en Valencia con alias terminados en la repetida fórmula, pero que, no obstante, han actuado oficialmente con el mote en su forma castellana. Tal es el caso del que fue matador de toros Manuel Soler Gisbert, anunciado en los carteles como "Vaquerito", pero que en boca de los aficionados valencianos era siempre "Vaqueret". Y "Vaqueret" se llama en los carteles un deudo suyo que actualmente ejerce la profesión taurina como banderillero.
Teniendo en cuenta que la tan repetida desinencia "et" resulta difícil de pronunciar para gran parte de los españoles, no tiene nada de particular que ciertos apodos taurinos así terminados hayan experimentado modificaciones, alguna de las cuales ha acabado venciendo a la forma primaria y auténtica.
"Punteret", "Blanquet" y "Pastoret", por ejemplo, han sido pronunciados muchas veces "Punteré", "Blanqué" y "Pastoré", aunque la "te" final se ha mantenido siempre en los impresos: carteles, periódicos, diccionarios, etc.

No aconteció así en el caso del que los libros llaman Blas Meliz o Méliz y apodan "Blayé", que no es sino el diminutivo estropeado del nombre valenciano Blai, correspondiente a Blas. Este "Blaiet", como en realidad debiera escribirse, nació en Valencia el año 1818. No sólo era un excelente banderillero, simo un hábil saltador con garrocha, ejercicio que le permitían sus jefes, primero "Cúchares" y luego "El Salamanquino", pues entonces no impedían los maestros el lucimiento de los subalternos. Murió Blas en Madrid, de una congestión pulmoner en 1856. Y merece citarse el caso de que Julián Casas, o sea "El Salamanquino" obligó a quien lo sustituyó en la cuadrilla a entregar cien reales por cada corrida, durante dos años, a la madre del difunto.

No al final, sino al principio, sufrió una anomalía el remoquete de cierto lidiador, seguramente modesto, que aparece en el siguiente anuncio publicado por "El Diario de Valencia" en 7 de Junio de 1802.

"Hoy lunes, si el tiempo lo permite, se ejecutará en la Plaza de Toros una famosa Corrida de Novillos de la acreditada torada de Vicente Royo (alias el Zapateret), la que procurará divertir al público haciendo todas las habilidades posibles. Habrá dos novillos de muerte y se pondrán banderillas de fuego, concluyéndose la función con algunos fuegos artificiales. La entrada será a dos reales de vellón, y el que tome silla pagará tres reales de vellón además de la entrada. Se empezará a las cinco".

Se ha copiado el anuncio porque contiene algunas notas pintorescas; pero huelga advertir que el tal "Zapateret", con esa "zeta" inicial tan fina y con esa "pe" intercalada, era en boca de sus coetáneos un sencillo "Sabateret", ya que nunca se ha llegado a formas tan gratuitamente híbridas como la escrita por el anónimo redactor de aquel aviso.

Con esto, pudiera darse por agotado el tema, al menos con el alcance que previamente se le ha fijado, pero si estas páginas tienen por casualidad un lector no valenciano, quizá note la omisión de un alias que sonó muchísimo en un momento determinado.
¿Quién no se acuerda de Manolo Granero?. Nació en Valencia el año 1802. Encarnó acaso como nadie la conjunción del torero artista y del torero valeroso, pues la fruición estética con que desarrollaba su actividad frente a los toros –todavía de tamaño, fuerzas y defensas naturales- no se quebraba ni cuando había que mantenerla jugándose la vida con grandes probabilidades de perder. Al tomar la alternativa, se erigió en la primera figura de la tauromaquia y se aureoló en todos los ruedos no solo con la admiración sino con la simpatía de todos los públicos. Pero muy pronto, -en 1922- murió en la plaza matritense, destrozado por una res de Veragua.
Pues bien: Manolo Granero, que llevaba en su arte taurino la luminosidad de Valencia, fue llamado "Manolet" por muchos panegiristas madrileños y por sus imitadores, sobre todo en las revistas especializadas. Con ello, en fin de cuentas, se reconocía esa valencianidad de Granero; pero la verdad es que se creaba un nombre, un apodo o lo que fuera completamente artificioso y desarraigado de la realidad; en Valencia nunca se ha llamado a nadie "Manolet"; el diminutivo o forma familiar de Manuel es corrientemente la forma castellana "Manolo": Claro está que existe el diminutivo castizo "Nelet"; pero, francamente, por su adscripción a esferas humildes o rústicas, no parece muy apropiado para un torero de importancia.

Para finalizar, una advertencia.
Este ensayo -¿se puede llamar así?- no presenta la frivolidad del tema compensada con esas notas a pie de página, que generalmente son ociosas, ni con esas citas de obras que, en muchos casos, el citador no ha leído.
De todos modos, es de justicia consignar que, para la captura de datos, se ha acudido al frondoso campo de "Los toros. Tratado técnico e histórico", escrito por don José María de Cossío. El procedimiento es perfectamente lícito, sobre todo para quienes creen que esa verdadera enciclopedia taurina honra a su autor y a la industria editorial española. Menos bien está que saqueen sus tomos quienes, con aire doctoral, pregonan que en tal página hay una fecha equivocada, o que en la relación de toreros falta Menganito de Cual, tan conocido en su casa a las horas de yantar.
Se ha acudido, pues, a la obra del señor Cossío. Pero se habla también, con datos suficiente, de toreros que por una u otra razón, no figuran allí. Los críticos comineros, si no tienen nada más útil que hacer, pueden entretenerse averiguando quiénes son esos toreros."


Fuente:

-Francisco Almela y Vives-
Separata del Almanaque de Las Provincias.
Valencia. Editorial Francisco Doménech, S.A. 1950.

miércoles, 26 de mayo de 2010

LOS APODOS TAURINOS TERMINADOS EN "ET". (Continuación).



"Francisco Roig Candel nació en la Ciudad del Turia el año 1859. Su primera ocupación fue la de pastor de ganado lanar por los caminos y barrancos de la huerta valenciana, por lo que, al dedicarse a la profesión taurómaca luego de haber sido cortante de carnes, adoptó definitivamente el remoquete de "Pastoret". Y se dice definitivamente porque, al presentarse en la plaza valentina, lo había hecho nada menos que con el de "Rompetablas", abandonado muy luego. Francisco Roig pasó el duro aprendizaje de aquellos tiempos en que se mataban elefantes con cuernos en pueblos inhóspitos. Luego, se limitó a ser banderillero, especialidad en que actuó a las órdenes de "Fabrilo", “Minuto" y "Lagartijo Chico". Retirado ye metido de nuevo en faenas carniceras, falleció en su ciudad natal el año 1927.

Es digna de mención la casualidad de que ese mismo año muriese otro torero que llevaba el mismo apodo. Era Francisco Rodríguez, mucho más joven que el otro, pues había nacido el año 1884, no precisamente en Valencia, sino en África, concretamente en Sidi Bel Abbés, allá en el Oranesado. También fue pastor en su niñez, de donde le vino lo fundamental del alias. Lo que no se explica tan llanamente es la partícula final del "Pastoret" que hubo de ostentar, como no fuera hijo de una de tantas familias valencianas –especialmente alicantinas- que han ido a fecundar aquellas teirras africanas. El apellido Ferrer autoriza la hipótesis. El caso es que este Francisco Ferrer llegó a ser un esforzado novillero, tomó la alternativa como matador de toros y volvió al escalafón novilleril. Era tan valiente que despachaba los cinqueños de Miura y de Palha con más facilidad que los toreritos modernos pasaportan los utreros previamente seleccionados; pero carecía de ese arte o esa simulación de arte que se considera ornamento imprescindible del valor. Murió en un accidente de automóvil, el indicado año 1927.

Valenciano fue Joaquin García Olmos, nacido en 1864. Demostró tanta pericia como rehiletero que formó en las cuadrillas de "Lagartijo", "Guerrita" y "Gallo". Pero, después de abandonar la profesión, a causa de una dolencia pulmonar, falleció en 1895, es decir, en plena juventud. Lo que no consignan las crónicas consultadas es a que se debía su apodo de "Santeret".

También fue valenciano Pedro Escalante, "Periquet", un novillero que actuó bastante alrededor de 1895, pero que parece un diminutiva del ya diminuto "Perico", aunque exista asimismo como apellido, Fernando Periquet se llama un escritor nacido en Valencia el año 1873.

martes, 25 de mayo de 2010

LOS APODOS TAURINOS TERMINADOS EN "ET". (Continuación).


"Entre todas las alcuñas taurinas terminadas en "et", la más popular – por lo mucho que ha sonado-es, indudablemente, la de "Blanquet".
Y no por Luís Villanueva Ferrando, nacido en Valencia el año 1844, el cual actuó con dicho apodo como novillero en su ciudad natal, en Madrid y en otras partes. Al casarse fijó su residencia en Palma de Mallorca, donde, al dirigir una becerrada benéfica, fue cogido por una res y falleció a consecuencia de la cogida.
También se apodaba "Blanquet" un banderillero llamado Rafael Gamboa, cuya naturaleza no cantan las crónicas y que actuaba por Méjico alrededor de 1910.
Pero el "Blanquet" famoso, no de una manera relativa, sino de un modo absoluto, fue Enrique Berenguer Soler, considerado como el peón más poderoso y eficaz de todos los tiempos. Nació en Valencia al año 1881. Como tantos otros, intentó ser matador, para lo cual montaba el estoque con la siniestra mano, porque era zurdo. Actuó posteriormente como banderillero en diversas cuadrillas hasta llegar finalmente a la de Joselito el "Gallo", de quien fue peón de confianza, de toda confianza, que es mucho decir tratándose de un maestro tan sabio. "Blanquet" sirvió sucesivamente a Joselito, a Granero, y a Ignacio Sánchez Mejías, todos los cuales murieron trágicamente porn asta de toro. El falleció de repente en 1926. En cuanto a su mote, lo cierto es que, cuando empezó a torera, formando parte de una cuadrilla de Niños Valencianos, representada por don Ventura Espí, este le impuso el nombre de "Blanquito", como eco del entonces renombrado banderillero Manuel Blanco; pero, al cabo de pocos años, los carteles ya consignaban el remoquete en la forma diminutiva valenciana, tan reciamente incorporada ahora a la historia taurina.

¿Fue también una imitación y una traducción el apodo de Eduardo Serrano Guerreo, "Gordet"?. Había nacido en Játiva el año 1880. Consiguió abrirse camino arrojándose espontáneamente a la plaza. Fue auxiliar de una cuadrilla de señoritas toreras, casó con una de ellas, se retiraron ambos, no les salieron los negocios como habían imaginado y volvió él a la profesión taurina. En este nueva etapa, se labró "Gordet" una reputación estimable, sobre todo en Valencia, Barcelona y Francia meridional. Toreando en una plaza francesa recibió una cornada, de cuyas consecuencias falleció al cabo de varios meses, en 1913. Como se insinúa antes, su alias pudo ser una resonancia adaptada de Antonio Carmona, "Gordito", famoso matador de toros que en Valencia había llevado a cabo alguna hazaña memorable y gozaba de prestigio por su toreo tan vistoso como variado. También pudo formarse expresamente, aunque Eduardo Serrano, si bién era de baja estatura, no acusaba propiamente obesidad. Para esta formación expresa no se ha de ver un obstáculo absoluto en la forma "Gordet", que diríase derivada de "Gordo". A primera vista parece que debiera haberse dicho "Grosset", como derivada de "gros", que es el adjetivo habitual en la ciudad de Valencia. Pero no se olvide que en otras tierras valencianas se dice corrientemente "gord", "engordar", etc.”
Todavía continuará……….

lunes, 24 de mayo de 2010

LOS APODOS TAURINOS TERMINADOS EN "ET".

Entre mis libros taurinos guardo con especial cariño, un pequeño ejemplar de tan sólo cuatro hojas, que debí de comprar hace muchos años Dios sabe donde, pero que, por lo curioso, quisiera compartir con el que me lea.
El título es el que figura al principio, y fué escrito por D. Francesc Almela i Vives (Vinarós 1903 - Valencia 1967), a la sazón, entre otros nombramientos, archivero y cronista oficial de la ciudad de Valencia.
Pasando un poco de soslayo por los que se refieren a Mallorca y Cataluña, por su brevedad, me centraré exclusivamente en los valencianos.
Se abre el toril.
"Prescindiendo, pues, de los toreros mallorquines y catalanes, hay que fijarse ahora en el torero valenciano de más jerarquía oficial entre los que han lucio el apodo con la terminación "et". Se trata, naturalmente, de Joaquín Sanz Almenar, "Punteret". Nació en Játiva el año 1853. Siguió la carrera taurina pasando sin prisa por todos los grados. Como otros toreros valencianos que habían de sucederle, tuvo excelente cartel en Sevilla, donde tomó la alternativa. También era muy estimado en Madrid, donde se apreciaban a mayor abundancia sus prendas personales de hombre rumboso y satisfecho de su profesión. El año 1888 fue muerto en Montevideo por un toro marrajo al que intentó banderillear sentado en una silla y con las piernas cruzadas. El diminutivo del alias procedía, como en la mayoría, de la breve estatura de quien lo llevaba. Pero, ¿qué significaba el remoquete en su forma positiva?. No se llamaba entonces, como ahora, "puntero" al diestro que ocupa uno de los primeros lugares de su escalafón, ni probablemente lo fue nunca Joaquín Sanz. Pero, en cambio, hay una circunstancia que no recogen las biografías más conocidas del diestro y que tal vez pueda relacionarse con aquel significado: "Punteret" fue puntillero en el Matadero de Valencia.

Una curiosa particularidad de este apodo es que lo llevó después un matador de toros no valenciano, o sea Juan Cecilio Villanueva, que nació en Madrid el año 1888, ¡precisamente el de la muerte del primer "Punteret"!. ¿Sería esta coincidencia la determinante del alias?. Le convenía, también, por su talla física, que era corta. En cuanto a la taurina, alcanzó un buen nivel en la época novilleril, fundamentada en un toreo alegre; pero, a partir de la alternativa, tomada en 1911, fue descendiendo hasta llegar, en 1922 a la opaca desaparición del diestro como tal.
No tiene nada de particular que se llamara "Punteret Chico" un tal José Ripoll Pérez, pues nació, el año 1874 en Játiva. Dejando la fabricación de gaseosas, empuñó los enseres taurinos y actuó como novillero en diversas plazas españolas, entre ellas la de Valencia, cuya arena pisó a finales del siglo XIX.
En cambio, vuelve a resultar curioso que se apodara también "Punteret" un Federico Ponsols, sevillano de nacimiento, aunque por su apellido no lo parezca. Alrededor de 1912 andaba por los cosos de Andalucía clavando garapullos y a veces actuando como sobresaliente de espada.”
Continuará……………
Entre mis libros taurinos guardo con especial cariño, un pequeño ejemplar de tan sólo cuatro hojas, que debí de comprar hace muchos años Dios sabe donde, pero que, por lo curioso, quisiera compartir con el que me lea.
El título es el que figura al principio, y fué escrito por D. Francesc Almela i Vives (Vinarós 1903 - Valencia 1967), a la sazón, entre otros nombramientos, archivero y cronista oficial de la ciudad de Valencia.
Pasando un poco de soslayo por los que se refieren a Mallorca y Cataluña, por su brevedad, me centraré exclusivamente en los valencianos.
Se abre el toril.
"Prescindiendo, pues, de los toreros mallorquines y catalanes, hay que fijarse ahora en el torero valenciano de más jerarquía oficial entre los que han lucio el apodo con la terminación "et". Se trata, naturalmente, de Joaquín Sanz Almenar, "Punteret". Nació en Játiva el año 1853. Siguió la carrera taurina pasando sin prisa por todos los grados. Como otros toreros valencianos que habían de sucederle, tuvo excelente cartel en Sevilla, donde tomó la alternativa. También era muy estimado en Madrid, donde se apreciaban a mayor abundancia sus prendas personales de hombre rumboso y satisfecho de su profesión. El año 1888 fue muerto en Montevideo por un toro marrajo al que intentó banderillear sentado en una silla y con las piernas cruzadas. El diminutivo del alias procedía, como en la mayoría, de la breve estatura de quien lo llevaba. Pero, ¿qué significaba el remoquete en su forma positiva?. No se llamaba entonces, como ahora, "puntero" al diestro que ocupa uno de los primeros lugares de su escalafón, ni probablemente lo fue nunca Joaquín Sanz. Pero, en cambio, hay una circunstancia que no recogen las biografías más conocidas del diestro y que tal vez pueda relacionarse con aquel significado: "Punteret" fue puntillero en el Matadero de Valencia.

Una curiosa particularidad de este apodo es que lo llevó después un matador de toros no valenciano, o sea Juan Cecilio Villanueva, que nació en Madrid el año 1888, ¡precisamente el de la muerte del primer "Punteret"!. ¿Sería esta coincidencia la determinante del alias?. Le convenía, también, por su talla física, que era corta. En cuanto a la taurina, alcanzó un buen nivel en la época novilleril, fundamentada en un toreo alegre; pero, a partir de la alternativa, tomada en 1911, fue descendiendo hasta llegar, en 1922 a la opaca desaparición del diestro como tal.
No tiene nada de particular que se llamara "Punteret Chico" un tal José Ripoll Pérez, pues nació, el año 1874 en Játiva. Dejando la fabricación de gaseosas, empuñó los enseres taurinos y actuó como novillero en diversas plazas españolas, entre ellas la de Valencia, cuya arena pisó a finales del siglo XIX.
En cambio, vuelve a resultar curioso que se apodara también "Punteret" un Federico Ponsols, sevillano de nacimiento, aunque por su apellido no lo parezca. Alrededor de 1912 andaba por los cosos de Andalucía clavando garapullos y a veces actuando como sobresaliente de espada.”
Continuará……………

jueves, 20 de mayo de 2010

DEL PICO. SU USO Y/O ABUSO.


 De un tiempo a esta parte me encuentro sumido en un mar de dudas. Todo esto viene dado porque últimamente he estado viendo varias corridas de la feria de San Isidro por la televisión, y he de confesar que pongo un interés muy especial, casi rayano con la obsesión, en ver como se torea. O yo soy muy tonto, lo cual no descarto, o no lo veo, o lo que es peor, todos torean con el pico dela muleta.
Leo muchos blogs, entro en muchos foros especializados y sigo las crónicas de infinidad de críticos taurinos, y eso hace que mi confusión aumente, porque todos los blogeros ven el pico y los, digamos "oficiales", rara vez lo citan. Es difícil escuchar o leer una crónica en la que pongan a los toreros a los piés de los caballos, como no sean casos flagrantes como el de la novillada de los Saltillos de Madrid; y deduzco que lo más cómodo es arrimarse al sol que más calienta, porque tenemos la costumbre de comer todos los días y eso, si no se cobra, nos lleva a transigir.
Es cierto que por la televisión nos ofrecen unos planos que desvirtúan la posición que ocupan toro y torero, no dejando ver claramente el conjunto del cite, porque, sobre todo en alguna cadena, parece ser que es mucho más importante el plano cenital, el de a ras de suelo, la gente guapa que hay en el tendido y, sobre todas las cosas, lo que pasa en el palco VIP.
Así no nos enseñan a ver toros, a comprender lo auténtico. Así, las nuevas generaciones de aficionados beben de fuentes contaminadas, y asimilan que el toreo es esto, que lo normal es lo que nos cuentan, aumentando el número de personas a las que les gusta ver los toros, -porque aficionados ya van quedando pocos- igual que les gusta ir al circo o jugar al parchís. Pero no es lo mismo. Así, los "convenientemente educados" en la nueva liturgia gritarán al verdadero aficionado cuando reclame la pureza, cuando denuncie la desverguenza, cuando proteste el trapío o cuando recrimine la actuación del peonaje, que ese es otro tema para tratar en profundidad. Así saldrán las nuevas hornadas de novilleros de las escuelas taurinas, soñando en comprarse el Mercedes antes de ir en el autobús. Con todos los defectos al uso previamente aprendidos, con el ventajismo y el destajismo, creyendo -criaturitas- que esto es fácil, porque lo ven a las figuras y se les antoja tan natural y tan realizable que no se dan cuenta, o no se los hace ver quien debería de velar por ellos, de que todos nos vestiríamos de luces en lugar de acudir a nuestro trabajo, más o menos aburrido, y acudiríamos al campo, a los tentaderos, a las grandes ferias y lujosos hoteles. Total ¿que puede pasar: alguna cornada?. Ya vemos los adelantos en medicina que tenemos y la rápida recuperación de los toreros, sin que esto insinúe que no exista el riesgo. Otra cosa es antes del Dr. Fleming ó cuando los toreros, tras la cura en la enfermería pasaban a su domicilio para sanarse.
Puedo ver cuando se cita con la muleta retrasada, cuando el torero está mal colocado, cuando se retrasa la pierna de salida, pero, por más que lo intento, no distingo un pase bueno la mayoría de las veces, lo que me da que pensar en que no puede ser siempre tan malo, no se pueden hacer siempre tan mal las cosas, o es que no me entero. Que me lo explique alguien.
A mi modo de ver no considero una herejía que merezca la excomunión el citar con el pico de la muleta, siempre que el torero se ponga en el sitio que se ha de poner, que enganche por delante y remate detrás de la cadera, aunque el semicírculo que se describa sea mayor que si lo hiciera con la muleta planchada, por la sencilla razón de que el movimiento de la muñeca creo que es más natural de este modo. Otra cosa es que se coloque fuera de cacho, en la seguridad de la pala del pitón y necesite de un brazo el doble de largo del que tiene para hacer la maniobra, que, como no es el caso, hace que quede despegado a más no poder.
Tampoco se puede torear siempre igual. Hay que torear sobre las piernas al que lo requiere, sin que eso sea reprobable, macheteando, toreando por la cara, e incluso entrando a matar a las primeras de cambio cuando la situación y la evolución de la  faena así lo requiera. ¡Que el vulgo protestará!. Pues que proteste; "Lo que no pué ser no pué ser y ademas es imposible". Tampoco me gustan a mi las orejas tomboleras y me aguanto.
Así pues, a mi me gustaría que alguien me educara en este tema, porque creo que hoy se puede torear mejor que nunca y parece ser que se destorea como nunca antes pasó. Y también creo que a todos los toros no se les puede ni se les debe hacer la misma faena, ni tampoco el aficionado, el verdadero, no el light, tiene que valorar lo que se hace en función de la clase de toro que se tiene delante.
Todos somos muy toreros en la seguridad del asiento en el tendido y el sofá de casa. Pero los toros pesan mucho a nivel de la arena. Es verdad que con esto no trato de justificar a los que se visten de luces y cobran sus buenos duros por hacerlo, pero todos tendemos a la facilidad, a la seguridad y a evitar el riesgo.
De otro modo, ¿como es posible que en los tentaderos se toree con la muleta tan planchada.....?. ¿Por qué no se le hace eso al de los rizos....?. Y es que no es lo mismo, por citar un ejemplo, tratar con tu bebé de pocos meses que con tu hijo/a adolescente, aunque no deja de ser tu mismo hijo, pero más crecidito y con distintos problemas.
Si alguien lee mi blog le ruego tenga compasión de mis cuitas y me reconduzca al buen camino.
Quiero saber si no sé ver toros o, como dije al principio, todos le dan al pico y hacen la pala.
Os lo pido por favor.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¿QUÉ MÁS TIENE QUE HACER.....?

Quiero, con esta entrada, dar un homenaje (uno más) a un gran profesional que, con su entrega, su preocupación y su saber estar, vela cada tarde por sus compañeros.
Me refiero a Domingo Navarro, y el título del blog indica que poco más le queda por hacer, en unos momentos en que la mayoría, por no decir todos los profesionales, vienen con la lección aprendida desde el hotel, dispuestos a torear "su  toro", y si puede ser del medioencaste mejor que mejor, no vaya a ser que les den un disgusto y les entre una mala gana como con los novillos de Saltillo del otro día.
Domingo deja su puesto en la charcutería para jugarse la vida cada tarde y salvar la de los demás sin pedir nada a cambio. Sólo el hecho de su gran afición le hace presente e indispensable. Su humildad como tercero le sobrepasa con lo que sus hechos demuestran.
Atento a la lidia.
Sin perder detalle....
Siempre a punto de saltar......
 

Deshenebrando........
 Devolviendo a los corrales..........
 Exponiendo de verdad............
Al quite de un compañero..........
 ¡Incluso lidiando...........!
 ¡Solo le falta pintar las rayas del tercio....!


Y siempre sin perder la sonrisa.


¡¡¡Enhorabuena, torero.!!!



miércoles, 31 de marzo de 2010

Vídeo interesante

 Contra la "guerra" que estamos sufriendo los amantes del toro, nada mejor que este vídeo que encontré en uno de los blogs que sigo a menudo.

Nada que ver con la sangre, la tortura y el bestialismo. Es un documental de naturaleza que tiene como hilo conductor al toro bravo.

Aunque a lo mejor, para los enemigos es un argumento más a su favor para arremeter nuevamente contra las corridas.

 Disfrutadlo tanto como yo.

Desde el Campo Charro: El toro amigo

El toro amigo.

http://campocharro.blogspot.com/2010/03/el-toro-amigo.html

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡QUE LO PROHIBAN......!

¡Que lo prohíban....!. A todos los que en la sesión del debate sobre los toros en el Parlament de Catalunya no son lo suficientemente educados para interpelar a un castellanoparlante en el idioma común de todos los españoles.

¡Que lo prohíban.....!. Al doctor Wagensber que, invocando "en el nombre del progreso moral", argumenta que "esto no tiene nada que ver con la identificación colectiva", cuando son ellos, los catalanes (no todos) los que insisten en la abolición precisamente porque es un espectáculo español. ¿?.

¡Que lo prohíban....!. Vergüenza debería darles a los diputados escuchar como un hombre tiene que decir que "He nacido en Madrid y soy español, pero si hubiese nacido en Cataluña sería también español...", y reflexionar sobre sus ocultos intereses para que no haya toros.

¡Que lo prohíban....!.Que otro español, y catalán para más señas "hijo de Banyoles" dijo ser, tenga que "pedir amparo" como si fuera un delincuente, solamente por el hecho de defender lo que ellos denostan.

¡Que lo prohíban....!. Que las más elementales normas de educación y cortesía nos indican que hay que hacer entender lo que se dice, ya que no se habla o se entiende la pregunta, y hacerla en castellano, que lo entendemos todos, aunque les cueste admitirlo.

Constitución Española de 1978, Título Preliminar, Artículo 1º:

Art. 3


  1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla.
¡Pero si se les traduce hasta a los etarras, y son asesinos! ¿Qué somos nosotros..............?



¡Que lo prohíban....!. La Constitución Española de 1978, aprobada por todos los españoles, catalanes y no catalanes, nos habla en su Título Preliminar de lo siguiente:

  • Art. 1

  • España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político
La libertad, ¿cual de las dos, la nuestra o la suya?. ¿Qué libertad nos dejan a los que nos gustan los toros? .

¡Que lo prohíban....! Que no se den funciones de toros, pero que no nos toquen los correbous , porque es un espectáculo de raigambre y costumbre catalana, y, por lo tanto, no español.

¡Que lo prohíban....! En fín, y para no hacerlo más largo, que prohíban a todo un catedrático de Lógica como el Sr. Mosterín comparar los toros con la ablación de clítoris a las mujeres africanas, con la violencia contra las mujeres en España, y contra la costumbre asiática de vendar los piés a las mujeres para que no crecieran, porque es un discurso vacio, porque no hay punto de comparación. Creo yo.

Nosotros, los salvajes, los primitivos, los ansiosos de sangre demostramos tener más respeto a los gustos, a los usos, y a las costumbres de los civilizados, de los cultos, de los verdes, de los progres y de los que no tienen nada mejor que hacer que urdir peregrinas historias para intentar acabar con una de las señas de identidad de varios paises y culturas, además de la de España.

¿O será precisamente por eso?. Porque se trata de España.

-MiguelitoNews-

sábado, 6 de febrero de 2010

Mi afición.

Soy un aficionado impenitente, lo reconozco, aunque no acudo a la plaza todo lo que me gustaría, ya que, debido a mi trabajo me es imposible asistir, a no ser que sea un dia festivo. Pero sufro mucho los días de corrida por no poder verla, y hasta me pongo de mal humor al pensar lo que se estará escenificando en ella. Por eso acudo a todos los actos taurino-culturales de los que tengo conocimiento, para pasar el "mono", y eso parece que me sosiega un poco. Como nuestra televisión pública nos trata "tan bien" a los aficionados, pues nos sirve de consuelo, y ya hasta la que daba los toros en privado ahora se hace con la exclusiva  y cobrando. ¡Bien estamos.....!.

Mi afición viene de pequeño -ya hace muchos años de esto- porque mi abuelo Paco, padre de mi madre, era un gran aficionado y, a menudo, me llevaba con él al coso de la calle de Xátiva. Recuerdo con añoranza el viaje desde Picanya, que era donde vivía él y pasaba yo muchas horas, en tren hasta la Estación de Jesús, y de ahí andando hasta la plaza. Algunas veces -pocas porque la economía no estaba para alegrías- me compraba una empanadilla en un horno que estaba por la calle de Pelayo, y así estaba yo más contento que unas pascuas.

He de decir que mi yayo -como así llamamos al abuelo en Valencia- conseguía las entradas gratis, porque era el jefe de estación de Picanya y conocía a mucha gente, y además, porque negarlo, era bastante pedigüeño en ese sentido, es decir, no le daba ningún reparo en descararse con los que sabía que podía sacarles algo. Además de otras muchas aficiones -criaba canarios, pescaba en rio y mar, hacía sus propias cañas y plomos de pescar (¡cuantas veces he ido a las acequias para hacerle lombrices...!)- siempre estaba tarareando por lo bajini el Pan y Toros de Barbieri.

Volviendo a la plaza, imagino la vara que le daría, porque no tendría más alla de 10 años aproximadamente, y el "yayo tengo pipi", "tengo sed", "tengo calor", y otras lindezas por el estilo serían bastante frecuentes. Entonces no se habían inventado las consolas y los niños no nos atontábamos tan fácilmente; era preciso comportarse como niños, con todas las desventajas que ello conlleva en los espectáculos públicos.

De aquellos tiempos sólo recuerdo al Litri y Aparicio, que era la competencia que había; no puedo acordarme de otros toreros a los que por supuesto ví actuar. Entonces, además, entraba gratis, mi yayo me colocaba entre él y el espectador que tenía delante y así, como un bocadillo, entraba yo. Ahora prohiben la entrada a menores. ¡Hay que ver los "civilizados" que nos hemos vuelto.....!.

Hubo un tiempo muy largo, hasta que tuve más de veinte años, en que entré en un impasse en el cual no tuve deseos de toros y toreros, pero cuando me volvió el tema a la cabeza me pegó muy fuerte. Entonces me relacionaba con gente del toro, algún periodista, aficionados en el trabajo, etc. y acudía en la medida de lo posible a los festejos, escribía mucho de toros, intentaba meter un poco la cabeza en algún diario con una colaboración -hasta hice una crónica de una novillada en Castellón para Radio Nacional de España (que por cierto me costó dinero)- y era feliz con lo que hacía.

Con Jesús Lloret "Recorte" asistí a varias corridas y solía decirme: "Miguel, luego me llamas y me das la reseña de la lidia del último toro", porque como no habían móviles (aunque la gente joven no se lo crea), tenía que salir corriendo para llegar a la redacción de la Hoja del Lunes y hacer su reseña antes del cierre de la edición. Yo así lo hacía, y la verdad es que me aplicaba mucho para no quedar mal.

También me permitía su amistad la entrada franca al sorteo y apartado los días de corrida. Espectacular acontecimiento para ver desde cerca. Se te eriza el pelo de la nuca cuando entra el toro en la corraleta previa a los chiqueros y lo oyes resoplar.
Todo aquello se acabó, para mi pesar, y ahora me vuelve a entrar el gusanillo. ¡Que le vamos a hacer!.

Seguiremos pensando, sufriendo, gozando y, sobre todo, defendiendo la fiesta contra todos aquellos que, por un equivocado sentimiento nacionalista quieren denostar y prohibir un espectáculo que no es únicamente español, mal que les pese, sino que es patrimonio de muchos paises y civilizaciones.

Toquemos madera, como hacen los toreros al salir del túnel de cuadrillas, y que Dios reparta suerte.
-MiguelitoNews-

viernes, 29 de enero de 2010

CANITO


Recuerdo perfectamente la primera vez que ví a Paco Cano, aunque en realidad debería decir la primera vez que hablé con Paco Cano, porque él ya era famoso incluso antes de que yo naciera. Sin embargo, tanto entonces como ayer mismo, su proceder fué el mismo, es decir, como si me conociera de toda la vida. Fué una noche de la Feria de Julio de 1985 en la que yo estaba con un amigo haciendo tiempo para ver una desencajonada, si no me falla la memoria, cuando pasó por mi lado Cano, como con prisa.
Le saludé con un "Hola Paco", y al igual que ayer, puso su mano sobre mi hombro y, con esa peculiar forma que tiene de decir las cosas, como en secreto, al oído, me contó que iba a la clínica de Santa Teresa porque le habían dicho que Miguel Avellán "El maletilla de oro", padre que es del actual Miguel Avellán, estaba luchando por salvar su pierna.
En la corrida de la tarde, a la que asistí, al sacar un toro del caballo y andarle hacia atrás, tropezó y cayó en la cara del toro, sufriendo una grave cogida. Retomando el asunto, me informaba que D. Felipe de Luz había detectado cangrena gaseosa, como fatalmente se confirmó más tarde.
Así es Cano, directo, personal, amigable.
Por eso ayer, mientras cogido de mi brazo (os habéis fijado que casi siempre se cuelga del brazo) nos dirigíamos hacia el ascensor del hotel donde se presentaba un libro sobre él para bajar al sótano, me decía que le dolía la pierna ("la puta becerra" sic), a lo que yo le pregunté si es que había toreado. Me dijo que hacía unos días, en una capea una becerra le dió un revolcón.
¡Con noventa y siete años.................!.
Yo le dije: "coño Paco, que más quieres, estás loco....".
A continuación me relataba que acababa de llegar del Burgo de Osma, "-Hacía tanto frío que, al ir a mear casi me la tengo que sacar estirando con una cuerda..............-), osea, como si fuera íntimo desde hace años. Así es Cano.
Le reclamé la foto -por tercera vez- que me hizo con José Miguel Arroyo "Joselito" en la charla que dió hace poco en La Beneficencia de Valencia, y, al igual que las otras dos veces, obtuve la misma respuesta: "No sé donde la tengo.....". No me extraña, porque su archivo debe ser enorme.
Tuve al suerte de que me firmara el libro Mitos de Cano, con una dedicatoria, y le insté a ver si publicaba otro tomo con fotos de toreros.
Estuvo ocurrente, como siempre, al dirigirse al público asistente, y agradeció su apoyo.
Creo que habrá que dejar un hueco en el libro de los mitos, porque él es, ahora mismo, un verdadero mito viviente.
Al despedirnos no me besó, como suele, porque todavía me conoce poco, pero al tiempo.
-MiguelitoNews-