lunes, 27 de enero de 2020

El parque de mi calle.





Soy vecino del parque de la Avenida Hermanos Maristas de nuestra ciudad y, una vez más, contemplo desagradablemente la actuación de los servicios de "¿mantenimiento?" y jardinería del Ayuntamiento de Valencia, con sus reiteradas actuaciones en el citado parque. Desde hace ya bastante tiempo no se efectúan trabajos de poda, si exceptuamos la que se hace en las moreras recayentes a la acera de dicha avenida, dejando sin efecto al resto de los árboles. Reiteradamente, bien por vandalismo o por los efectos atmosféricos, se suceden los derribos de árboles, máxime a partir del último temporal, pero dejando esto aparte, no están cuidados.



Algunos (muchos) árboles han sido abatidos en los últimos meses y otros simplemente se han torcido de su asentamiento. La solución, según yo lo entiendo, sería volver a colocar el árbol y apuntalarlo para que se mantuviera en pié, pero no, lo que se hace sistemáticamente es talarlo (muerto el perro se acabó la rabia), y ahí queda eso. No se contempla el replante de las unidades perdidas, con lo cual, cada vez el parque se asemeja a un desierto, pero tampoco, en los desiertos no se acumula tal cantidad de basura y desechos vegetales como aquí. No se poda, no se limpia, no se cuida.




Únicamente se riega, en exceso la mayoría de las veces, y no se puede pasar por las aceras debajo de muchos árboles, ya que tocan sobre nuestras cabezas. El pasado día 17 de Enero, se ha vuelto a proceder a la tala de dos árboles monumentales con muchos años de existencia (ver foto de cabecera). Uno porque se desestabilizó con el viento hace semanas, y su compañero por la regla de tres simple: ya que estamos aquí vamos a aprovechar el tiempo. Y ahí queda el enorme hueco, sin replantar. Uno más. No pasa nada.


 Perdonen el tono, pero mí indignación es mayúscula al ver el abandono que sufre un parque que quedó precioso cuando se inauguró, pero hasta ahí puedo leer: una cosa es colgarse la medallita y salir en la foto, y otra mantener en perfecto estado las cosas de todos. 

Soy consciente que mi protesta caerá en saco roto, como tantas, simplemente silencio administrativo y a otra cosa mariposa. No temo escribir lo que escribo porque es la verdad, aunque a algunos les duela, y espero que mi queja sea entendida como la de un contribuyente asqueado, indignado y preocupado por mantener mi ciudad como se merece, al márgen de quien gobierne.


-MiguelitoNews-

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