Querido Andrés:
Acaba de nacer tu nieta. Qué ironía del destino, y digo ironía por hacerlo correctamente, cuando en realidad, lo que me sale de las tripas es decir: ¡Qué putada más grande!. Porque sí, porque no es suficiente ni compensa en modo alguno la pérdida de una vida con la llegada al mundo de otra precisamente hoy, que hace un mes que te fuiste. Un quid pro quo muy cruel. Y no es que no me alegre; ya sabes de sobra que sí, pero la felicidad no es completa. Ni siquiera creo que lo sea para los padres de la criatura.
Cuanta ilusión tenías y como nos la hacías llegar últimamente. Y no ha podido ser. En tu cabeza, en esa cabeza tan llena de tozudez y, a la vez tan llena de inteligencia guardabas un regalo inestimable para tu nieta. Un pasodoble que habías compuesto –un pasodoble torero, me dijiste- que estabas pendiente de que un profesional, creo que tu maestro de música, pusiera negro sobre blanco y vertiera tu creación sobre un pentagrama, de modo que pudiese ser interpretado.
Y lo hubiéramos celebrado juntos, de un modo u otro, con un bautizo, con unas cervezas,…….. con unas risas. Y tú, en tu nueva faceta de abuelo estarías con la baba cayéndote –como corresponde- y repartiendo alegría por donde quiera que fueses.
Mar va a ser su nombre. Ya lo sabía. Me lo dijiste hace mucho tiempo. Evocador nombre que me retrotrae a nuestra amistad, porque el mar fue el comienzo y el lugar en el que ha transcurrido la mayor parte de nuestro tiempo; el vínculo de unión entre Luís, tu y yo, que éramos los que mayormente compartíamos jornadas de pesca, y de porras. Aunque también tuvimos buenos tiempos.
No me cabe duda de que desde donde estás –ya sabes, en el mundo imaginario que he creado para nosotros- te sentirás el abuelo más feliz del mundo. Soplarás hasta perder la respiración tu dolcaina, como solías hacer a poco que se celebrara algo, y estarás orgulloso y ufano. Por tu nieta. Por Mar.
La lástima, la infinita pena es que no lo podremos compartir contigo, ni tu familia ni tus amigos, pero tenía que decírtelo, es una de las cosas importantes que pasan en la vida de las personas y tú no podías dejar de saberlo.
Hoy, por esto mismo vuelven a surgir las lágrimas en muchos ojos, no sólo en los míos, y son lágrimas que deberían ser de felicidad en lugar de pena; pero todo no puede ser. No nos está permitido ser del todo felices en esta puta vida, y así debemos tomarla, con coraje, con rabia y con resignación.
No es justo, no encuentro justicia divina, ya lo sabes, porque hay cosas que no debían de producirse y sin embargo ahí están, para jodernos la vida. Tú, donde quiera que estés cuida de nosotros, ya que nosotros no podemos hacerlo contigo. Y si hay un Dios justo, -como dicen los curas- si de verdad quieres que me plantee cambiar mi visión sobre El y no se me considere un apóstata, solamente tienes que enviarme una señal y me lo pensaré.
Por ejemplo, que tú sabes de eso; la próxima vez que vaya a pescar haz que coja un sargo real de más de un kilo. Aunque se pase un poco de peso no pasa nada.
Esa sería una señal cojonuda.
Tu amigo.
-Miguel-
P.D.- Pido perdón por anticipado a los que pueda ofender con mi planteamiento.
1 comentario:
Ahora recuerdo lo del paso doble que tenia preparado para su nieta.
Veo pides perdón. No tienes que pedir perdón por expresar tus puntos de vista. En todo caso lo más que puede ocurrir es que estés equivocado. Si así fuere, ya sabes que al final todo el mundo paga por lo que debe. Te animo a que sigas escribiendo, te expresas muy bien. Saludos
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