Otro picoleto que muerde el polvo, y esto ya me está preocupando más de la cuenta, porque los gilipollas que mandan contra viento y marea, es decir, los Picapiedra, no se están dando cuenta del peligro en que nos están poniendo a todos los españoles, que ellos no han de preocuparse mucho por aquello de tener la vida solucionada.
Seguramente no se acuerdan de un señor con bigote que se presentó un día en un lugar donde se supone que no debía hacerlo, y a más de uno se nos atragantó la merienda y la cena. Esta gente del des-gobierno está tocando las pelotas a la gente que en la mayoría de ocasiones solucionan o están para solucionar los problemas del ciudadano común, y eso no es bueno.
Y yo me pregunto, al hilo de todo este tema que ¿dónde está la señora directora de la Guardia Civil?, ¿no tiene nada que decir al respecto? aunque sólo sea para cubrir apariencias sacando la cara y defendiendo a los que se supone manda. Claro que, aparte de ser mujer y no militar -y con eso no me convierto en machista ni denigro a nadie por el sexo- los que, como yo, hemos hecho la mili entendemos que no entiende, valga la redundancia, que no tiene puta idea, vaya.
Tampoco entiendo que haya un coronel por encima de un general. Ellos sabrán lo que hacen.
Y mientras tanto siguen sacándose los ojos (ojalá fuera cierto) en el Congreso de Dis-putados con declaraciones impropias de un lugar como ese, aunque tampoco me sorprende nada porque con la catadura moral de los que allí acuden para, es un suponer, representarnos, pues poco o nada hay que esperar de bueno. Cuatro insultos entre ellos y el "y tú más", que le sacan un juego de la hostia.
El Coletas, con su voz meliflua, con sus ademanes de gurú y su puesta en escena digna del mejor psicólogo o asistente social, que igual me da, tiene la desvergüenza de preguntar a VOX si está alentando una rebelión. Pero capullo, si no hace falta que la aliente nadie, si tú y tu socio del abracito se lo estáis poniendo a huevo al que tenga una idea acerca de ello.
Si la gente teníamos que estar en las calles pero en serio, nada de cacerolas ni aplausos ni pollas en vinagre. Nada de eso, a muerte contra el des-gobierno para ver si se van a la mierda de una vez. Pero no, demasiado borreguiles nos han vuelto con sus eslóganes de la tele que cada semana cambian en función de lo buenos que estamos siendo y lo mucho que confiamos en ellos.
Y la guinda para que el pastel quede más bueno y bonito es la noticia de hoy en la que nos cuentan el cierre de Nissan en Barcelona. Más leña al fuego para calentar las ya de por sí calientes cabezas de los españoles. Lo siguiente será que pidan subir los impuestos, algo que sin duda no tardarán en hacer, y así redondean el despropósito.
Creo firmemente que ni con dejarnos tomar el baño en la prevista apertura de las playas, ni con el fútbol en conserva, ni con el pase de Fase, van a poder evitar lo que se nos viene encima, y no me refiero a la gran crisis económica que asoma la oreja. Miedo me da que se cabreen los que nunca se deberían de cabrear y nos den un susto.
Y no quiero ser agorero, pero seguramente más personas piensan como yo.
Al tiempo.
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