sábado, 16 de mayo de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 62. La gente guapa protesta.




Parece ser que los madrileños están que trinan desde hace unos días, porque además de que se han quedado sin vacaciones de Pascua en nuestras playas, a pesar de que ya tienen asumido que las colonizaron hace tiempo, y además de que no han podido celebrar San Isidro, tanto en sus meriendas en la pradera del santo como, para los aficionados, la feria taurina, por si les faltaba algo no les dejan pasar de fase.

Y claro, razón no les falta porque han tenido que renunciar a todos sus privilegios como habitantes capitalinos, y eso duele. Yo pienso que algo oculto habrá también en la negativa del des-gobierno porque en Madrid reina el partido, o la unión de ellos, que causa miedito frente al PSOEDEMOS, y los castigan, aunque nunca lo van a reconocer. Pero puede ser.

La última cifra de fallecidos es de 102, menor que la de ayer pero no menos importante, y el número de contagiados sigue siendo preocupante de cara al final de la semana que viene o un poco más tarde, en que se habrán cumplido catorce días desde el principio del desconfinamiento, y será entonces cuando se pueda tener una visión más aproximada del éxito o fracaso de la suelta ciudadana.

De momento nosotros estamos en vísperas de poder desplazarnos incluso a nuestra segunda residencia, en caso de tenerla y de que esté en la misma provincia, y de preguntarnos qué vamos a hacer cuando veamos, tras más de sesenta días, a nuestros seres queridos. ¿Vamos a ser capaces de verlos sin abrazarlos al menos?. No digo yo que vaya a haber un besuqueo excesivo, pero tampoco tocarnos con un palo. Tenemos tanto mono...... Al menos yo.

Me sigue pareciendo extrañísimo el hecho de que los únicos que se están manifestando contra el gobierno sean los "pijolines" del barrio de Salamanca, cuando siempre ha sido cosa de la masa obrera, de los curritos, de la gente más de la calle. Y ahora estos salen cada día con sus cacerolas para hacer ruido. Yo no sé si es que les habrán quitado más libertades aparte de poder ir de compras por la milla de oro, de jugar al golf con sus compinches y pasear a cualquier hora en sus bonitos y caros coches.

Los ves en la tele y puedes darte cuenta de que ellos también, a su modo, van de uniforme; es decir que abundan los acolchados azul marino, las blazers, los sombreros cuquis en las señoras, los chalecos sobre el polo de Ralph Lauren, de Tommy Hillfiger, etc. Ese es el uniforme típico del "Borjamari" y/o "Piluca". Y echamos de menos ver a gente más como nosotros. Pero bueno, alguna vez tenía que ser que ellos protesten por algo, aunque quizás sea porque "no están ansiosos esperando pagar más impuestos".

Continúo preguntándome cuando seré tan bueno y me habré portado tan bien como para que me hagan un test y me digan si estoy malito por el bicho o no.

 Me gustaría saberlo.



No hay comentarios: