A mí
me pinchan ahora mismo para hacerme un análisis de sangre y es que no echo ni
gota tras haber leído las instrucciones para la fase 0 del desconfinamiento o
desescalada. Aunque yo más bien lo llamaría "descabalada", por
aquello de estar o no en sus cabales. No sé si me entienden. Es que lo flipo,
como dicen los modernos.
Eso
es lo que han decidido, de momento, los "sabios" más los
"expertos" reunidos, que no sé yo si alguno compartirá sitio en ambos
puestos o, por el contrario, estará catalogado únicamente en uno de ellos. Así
pues, con vistas a la apertura del sábado, y según mi situación actual, voy a
intentar organizarme de la siguiente manera.
De
06 a 10 horas: Me levantaré sobre las 7:30 para asearme, desayunar, bajar al
perro a que haga pis y entonces dispondré de dos horas más o menos para o bien
pasear (máximo 1 Km), correr (poco, que me canso) o ir un rato en bicicleta (sin
límite de kilómetros).
De
10 a 12 horas: Como mi madre, a la que no veo desde que empezó todo esto, porque no
se aclara con el teléfono móvil, decía que, como mi madre tiene 89 años puedo
ir a acompañarla para que de un corto paseo en este tramo, aunque creo que le
va a venir un poco justo, porque suele levantarse más tarde de las 10. Pero en
cambio puedo también acompañar a mi hermano, que es dependiente en segundo
grado y también entra en este grupo.
A
partir de las 12 volveré a sacar a mi perro para que haga sus cositas. Sí, me
explico para no herir susceptibilidades: En la "antigua normalidad"
mi perro salía cuatro veces al día; a saber: sobre las 7:30, luego a las 12:00,
por la tarde a las 18:00 y finalmente por la noche a las 11:00. Puede parecer
que me paso poniendo las horas tan exactas, pero es que es verdad, porque el
animalito debe de tener un reloj biológico que cambia también cuando se cambia
la hora dos veces al año, y si se hace la hora ya lo tengo frente a mí
lloriqueando y mirándome con cara de pena.
Luego
a comer y a echar una siestecita; costumbre esta que no sufre modificación al
pasar de la "antigua" a la "nueva normalidad". Afortunadamente no está todo perdido.
Entre
unas cosas y otras, una vez terminado el paseo de mascota de las 18:00 ya
estamos casi en las 19:00, hora en la que puedo volver a visitar a mi madre y
mi hermano por si quieren volver a salir. Todavía dispondré de la franja
horaria entre las 20:00 y las 23:00 para poder volver a salir de paseo o hacer
deporte, siempre que no hayan controlado policialmente mi escapada matutina.
Y
luego a dormir, que tampoco hay que abusar.
En
definitiva, que entre unas cosas y otras me puedo tirar todo el día en la calle
sin que me llamen la atención, siempre que sea cauteloso en la primera y la
última salida por si me reconoce la autoridad competente. Ya lo sé, como estoy
bastante calvo me pondré una peluca para pasar desapercibido.
A
Carrillo parece que le funcionó.
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