miércoles, 13 de mayo de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 59. ¡No me lo puedo creer....!




Hoy vuelve a subir la cifra de fallecidos con respecto al día de ayer siendo 184, pero lo preocupante es que también sube el número de contagios, que es lo que ahora mismo debe preocupar, siempre por supuesto sin olvidar el número de muertos, porque el número de nuevos contagios nos daría la incidencia en el tema de las fases.

Los resultados a los que hay que temer son los de dentro de una semana más, que será cuando hayan pasado catorce días de las salidas por turnos. Entonces nos podremos hacer una idea de si hemos sido buenos o malos, si por culpa de unos cuantos descerebrados con el síndrome de abstinencia cervecero nos vuelven a encerrar en nuestra jaula dorada.

Dos noticias me sorprenden hoy; una es la de la solicitud de pase a la siguiente fase que hace la consellera de Sanidad de la Comunidad Valenciana para ver si nos dejan los Picapiedra que podamos tener un poquito más de libertad vigilada. Pero lo curioso es que plantee el hecho de que no sea posible la reunión de 10 personas ni en la calle ni en el domicilio privado en uno de los "departamentos" que se han inventado, y que yo no sé lo que es.

Y además, si nos conceden pasar de fase el día 18, también quiere nuestro sultán Ximo Hamed Puig que la siguiente, osea la fase II sea la semana siguiente, es decir, el 25 de Mayo. ¡Quatre val i joc fóra....!. Que aquí somos más chulos que un ocho y no nos van a ganar los vascuences, por mucho que puedan elegir donde quieren nacer.

 En lugar de un mando único que coordine las fases de desescalada, se deja al libre albedrío de las distintas comunidades autónomas, y así, se dan casos paradójicos como los  del País Vasco, en el que tampoco se permite reunirse en las casas. Como lo que quiere aquí la señora Barceló. Sírvase usted mismo.

 La otra noticia es la de la "rebelión de los millonetis" del Barrio de Salamanca de Madrid. ¿A dónde vamos a parar....?.  No hay derecho a que, además de gozar de una buena vida, de vivir cerca de la milla de oro, de jugar al golf los señores y al bridge las señoras, también pretendan usurpar al pueblo llano despojándonos del derecho a sufrir un porrazo de la policía por protestar. Si al final nos van a dejar sin nada, los muy mamones.

Pero, por otra parte es sintomático del estado anímico de todos los españoles encerrados, tanto los ricos como los pobres, porque llega un momento en que no podemos más, y demasiado bien nos estamos portando, aunque no se quieran dar cuenta desde el des-gobierno y pretendan que tengamos el Síndrome de Estocolmo con nuestros carceleros.
La mecha que enciende la rebelión es corta y rápida, como en la mascletá.

 Y la última reflexión, porque esto no es para digerirlo rápidamente, sino que requiere rumiarlo tranquilamente. La ministra de Transición Ecológica (¿eso qué es?) y además vicepresidenta cuarta del des-gobierno, la señora Ribera va y dice que en Portugal se paró antes al virus porque, "está más al Oeste". ¡Ay, que me da....!. Que ostia más bien dada se olvidaron de pegarle de pequeña.

 Y corto ya, que me ha entrao una fatiguita que no veas con el susto.

Mañana más, si consigo reponerme del susto.


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