Hoy vuelve a subir la cifra de
fallecidos con respecto al día de ayer siendo 184, pero lo preocupante es que
también sube el número de contagios, que es lo que ahora mismo debe preocupar,
siempre por supuesto sin olvidar el número de muertos, porque el número de
nuevos contagios nos daría la incidencia en el tema de las fases.
Los resultados a los que hay que temer
son los de dentro de una semana más, que será cuando hayan pasado catorce días
de las salidas por turnos. Entonces nos podremos hacer una idea de si hemos
sido buenos o malos, si por culpa de unos cuantos descerebrados con el síndrome
de abstinencia cervecero nos vuelven a encerrar en nuestra jaula dorada.
Dos noticias me sorprenden hoy; una es
la de la solicitud de pase a la siguiente fase que hace la consellera de
Sanidad de la Comunidad Valenciana para ver si nos dejan los Picapiedra que
podamos tener un poquito más de libertad vigilada. Pero lo curioso es que
plantee el hecho de que no sea posible la reunión de 10 personas ni en la calle
ni en el domicilio privado en uno de los "departamentos" que se han
inventado, y que yo no sé lo que es.
Y además, si nos conceden pasar de
fase el día 18, también quiere nuestro sultán Ximo Hamed Puig que la siguiente,
osea la fase II sea la semana siguiente, es decir, el 25 de Mayo. ¡Quatre val i
joc fóra....!. Que aquí somos más chulos que un ocho y no nos van a ganar los
vascuences, por mucho que puedan elegir donde quieren nacer.
En lugar de un mando único que
coordine las fases de desescalada, se deja al libre albedrío de las distintas
comunidades autónomas, y así, se dan casos paradójicos como los del País
Vasco, en el que tampoco se permite reunirse en las casas. Como lo que quiere
aquí la señora Barceló. Sírvase usted mismo.
La otra noticia es la de la
"rebelión de los millonetis" del Barrio de Salamanca de Madrid. ¿A dónde
vamos a parar....?. No hay derecho a que, además de gozar de una buena
vida, de vivir cerca de la milla de oro, de jugar al golf los señores y al
bridge las señoras, también pretendan usurpar al pueblo llano despojándonos del
derecho a sufrir un porrazo de la policía por protestar. Si al final nos van a
dejar sin nada, los muy mamones.
Pero, por otra parte es sintomático
del estado anímico de todos los españoles encerrados, tanto los ricos como los
pobres, porque llega un momento en que no podemos más, y demasiado bien nos
estamos portando, aunque no se quieran dar cuenta desde el des-gobierno y
pretendan que tengamos el Síndrome de Estocolmo con nuestros carceleros.
La mecha que enciende la rebelión es
corta y rápida, como en la mascletá.
Y la última reflexión, porque
esto no es para digerirlo rápidamente, sino que requiere rumiarlo
tranquilamente. La ministra de Transición Ecológica (¿eso qué es?) y además
vicepresidenta cuarta del des-gobierno, la señora Ribera va y dice que en
Portugal se paró antes al virus porque, "está más al Oeste". ¡Ay, que
me da....!. Que ostia más bien dada se olvidaron de pegarle de pequeña.
Y corto ya, que me ha entrao una
fatiguita que no veas con el susto.
Mañana más, si consigo reponerme del susto.
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