martes, 21 de abril de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 37. Contradicción.



La situación actual en la que estamos inmersos desde hace casi cuarenta días nos está mostrando ciertas características cuanto menos contradictorias, para bien o para mal. Intentaré explicarlo. Se viene observando últimamente la aparición de fauna más o menos salvaje en las ciudades, y ni que decir tiene en los pueblos, por su mayor proximidad al campo.

  Ya era bastante común ver conejos muy cerca de las poblaciones, pero ahora se asemeja más a un documental de la BBC por cuanto que la variedad comprende jabalíes, cabras, ciervos, zorros, etc., y eso es, hasta cierto punto, bueno porque nos habla de la regeneración del medio ambiente en cuanto se les ofrece silencio y tranquilidad, pero no es menos verdad que nos enseña hasta donde tienen que llegar los animales para conseguir el sustento diario por culpa de los seres humanos, que hemos esquilmado, y, lo que es peor, seguiremos haciéndolo, su mundo, su espacio, y los obligamos, por tanto, a invadir el espacio público, lo que les lleva también a arriesgar sus vidas.

 Es triste ver como cada día desaparece alguna especie animal que nunca más se podrá recuperar, por culpa de nuestra mala gestión de este mundo en el que vivimos, no lo debemos olvidar, de prestado. Y no lo cuidamos, lo destrozamos, y con ello nos dirigimos a la desaparición, no solo de los animales, sino de todos nosotros. Nos extinguiremos como los dinosaurios, pero será más lamentable, porque lo haremos por nuestra propia mano.

 En la parte contraria a la proliferación de animales en nuestra vida diaria me quiero referir al grandísimo aumento de vertidos que estamos haciendo a la naturaleza, porque, tarde o temprano repercutirá en ella. Y hablo de la gran cantidad de plástico que estamos generando para la protección de las personas; plástico que es sabido de muy difícil, por no decir imposible eliminación.

 Hay que pensar en la cantidad de guantes que se desechan solamente en los supermercados, y eso sin contar con que el número se multiplica en los centros hospitalarios: batas, mascarillas, fundas para los pies, etc. Todo eso ¿dónde va a parar finalmente?. Si algunos todavía somos incapaces de reciclar en nuestras casas, con esta gran cantidad que de repente se está amontonando ¿qué haremos, o qué harán?.

 Por un lado veremos más animales raramente vistos en nuestras calles, pero por otro, tristemente, añadiremos un puñado más de basura a la montaña en la que, al final, seremos enterrados. 

 Por gilipollas.

P.D.- La cifra de fallecidos hoy es de 430.

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