sábado, 11 de abril de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 27. La evaluación.





A día de hoy ha bajado la cifra que nos desangra poco a poco. Hoy "sólo" han sido 510 y ya se les ha llenado la boca, a la vez que se les vacía el cerebro, con el tema del desescalado de las narices. Ya han decidido -mentes preclaras- que van a permitir la vuelta a la actividad a ciertos sectores que, quieran o no quieran son prescindibles, sin evaluar el posible perjuicio que, a no dudar, va a causar.

Por lo menos yo empiezo a estar harto de estar confinado y sabiendo que hasta el día 26 no tengo más remedio. Peor aún, es más que probable que se extienda nuevamente el plazo otros quince días más, en el mejor de los casos, así que ya me voy haciendo a la idea de que en Mayo todavía estaré en casa más que menos. Así es nuestro des-gobierno, el de los Picapiedra, Pedro el Insomne y Pablo el Coletas.

Yo acabé los estudios con 4º de Bachiller, así que no soy ni Licenciado, ni Diplomado, ni nada que acabe en -ado. Bueno sí, soy Graduado Escolar, pero se me revuelven las tripas cuando escucho cada vez con mayor asiduidad a políticos hablando. Me refiero especialmente a la señora Montero, la portavoz del gobierno, -y si ella es la portavoz quiero pensar que la han elegido por su fluidez en el hablar-, aunque sea para contar mentiras. Si las cuenta bien,  trabajo cumplido.

Sus perlas "el Congreso de los Diputaos", "hemos acordao", etc. llenan las pantallas de televisión cada vez que tenemos que escucharla. Vale, cada uno tiene el acento de su región, pero lo que no se puede admitir en modo alguno es el analfabetismo integral del que hace gala. Les importa una mierda, total para qué se van a esmerar, nosotros nos tragamos por ley todo lo que les pase por el arco del triunfo, así que no hay que ser muy fino.

Yo opino que, además de cobrar un pastizal, de las dietas, las tablets, el dinero para los táxis, el plan de pensiones, la jubilación asegurada, el móvil sin límite, el aforamiento , la casi segura contrataciónen alguna empresa golosa, con poco (o ningún) trabajo y mucho sueldo, además de todo esto, que no quiero alargar por hacerme pesado, deberían de pasar un exámen para ver si mínimamente son dignos de ostentar ese jugoso empleo.

En definitiva  ellos son  la representación de nosotros, aunque no los elegimos directamente, que esa es otra,  por lo tanto deberíamos exigir un nivel en consonancia que les justifique estar donde están y hablar desde una tribuna pública. Porque ni siquiera "Progresan adecuadamente".


Estoy seguro de que la nota que tendrían la mayoría de ellos sería la de "Necesita mejorar".

¡Qué triste!.

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