sábado, 25 de abril de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 41. El tocapelotas salvador.




Ale, ya hemos pasado la cuarentena, lo que no quiere decir que ha terminado el confinamiento, que esa es harina de otro costal, pero etimológicamente así es. Esto es como el bingo, tras cantar línea continuamos para bingo, a ver si tenemos suerte con los números y no llegamos a completar todos los que están en el bombo.

 Tengo un vecino en la finca que se cree el salvador del mundo, porque día a día se erige en disc-jockey improvisado a través de su ventana y nos mortifica, al menos a mí, con su selección de los cuarenta principales. Comienza con el "Resistiré", que parece ser el himno oficial de la pandemia. Ahora mismo toca la "Macarena" que viene detrás de una sevillana de María del Monte. Todo muy chupiguay. Y como remate, el Himno Regional valenciano y la Marcha Real. Y aun volúmen casi insoportable.

Pá mear y no echar gota.
¡Por favor, que bastante tengo con la prisión, espero que provisional!.

Ahora el señor lehendakari vasco quiere elecciones en su pueblo; seguramente piensa que como la gente está hasta el moño de nuestro des-gobierno es el momento propicio para arañar votos independentistas a los tarugos que nos rigen. Nada nuevo, a río revuelto ganancia de pescadores. Me extraña que el Quim no nos salga por peteneras.

En mi entorno habitual, llámese el radio entre mi casa y el Mercadona más cercano, están pasando cosas fuera de lugar. Hace dos días, en el aparcamiento de la finca, cuando una vecina estaba aparcando en su plaza, un encapuchado le abrió la puerta del acompañante al coche y le robó el bolso con todas sus pertenencias. Al estilo ETA pero sin armas. ¡Menos mal!. Y hoy mismo ha venido la policía y el SAMUR porque parece ser que un hombre se ha echado un traguito de algo desaconsejado.

Es un habitual del bar cercano, "un mosquit de tenda" que llamamos aquí. Uno de esos que se quedan pegados a la barra y no se despegan ni con agua caliente. Las informadoras habituales de la finca -no quiero llamarlas cotillas- dicen si había bebido lejía, y yo lo dudo, porque cuando he ido a por el pan al horno el tipo estaba tumbado tan ricamente en el suelo, siendo atendido por los sanitarios y no decía ni un ay. A lo mejor era Fairy.

Es lo que tiene estar enjaulado. A unos les da por ahí y a otros por pegarle a su mujer, que me extraña no ver noticias al respecto. Pero claro, como lo único que sale en prensa, radio y TV es COVID-19, pues estamos en la inopia. Pero es fácil pensar en que ocurre, porque normalmente no pasa semana sin algún caso y ahora, con muchos matrimonios no acostumbrados a compartir tantas horas juntos es fácil caer en la tentación.

Mi vecino insiste, tiene que cumplir su hora reglamentaria -a veces es más- y hoy está sembrao, le ha dado por la Feria de Abril sevillana, y me estoy imaginando el parque que hay debajo de mi casa como el Real de la Feria. Igual veo algún caballo. O antes de cenar me tomo un rebujito. ¡Quien sabe!.

Mientras escribo leo la noticia "en directo" en la que nos informan que Pedro Picapiedra permitirá hacer deporte en solitario y dar paseos en solitario con la persona con la que convivimos. Ya veremos en qué queda eso cuando se desarrolle la noticia y los jodeplanes que tiene alrededor le hagan o no rectificar.

Me voy, no puedo más con el acompañamiento musical. Ahora son más sevillanas con los Cantores de Híspalis y su canción "A bailar". ¡Cómo si tuviera o tuviese ganas!.

Voy a tomarme un Valium.



P.D.-Lo olvidaba. El número maldito ha sido de 378 personas fallecidas.  

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