jueves, 9 de abril de 2020

MI CUARENTENA (Cuaderno de bitácora). Día 24. La zanahoria y el palo.



Ayer no publiqué nada porque el número de víctimas diario no me permitía hacerlo tras escuchar a la señora Montero diciendo que el día 26 empezaba la desescalada.
Porque 757 víctimas más en un día frente a la imbecilidad, porque no se le puede llamar de otra manera, de la portavoz del Gobierno diciendo que el día 26 iba a empezar "La vueltaalcoledelCorteInglés" era argumento suficiente para contrastar y ver si valía la pena rebatir esa estupidez.
 
Habráse visto desfachatez semejante, que incluso sus compañeros de des-gobierno tuvieron que salir a desmentir sus palabras. Y así nos va. Yo me negué a comentar nada porque me parecía innecesario cabrearme más.

No se puede, ni se debe ofrecer la zanahoria al extremo de un palo a los ciudadanos para que sigamos -si bwana- resistiendo estoicamente en nuestros pequeños pisos, siendo esto bastante más duro que muchos de ellos, y no cito a nadie, en sus casas que no dudo serán todas mayores que la mía, y luego en un pis pás ale, fuera zanahoria. ¡Que pena!.

Es indigno a la vez que asqueroso engañar -todavía más- a las personas prometiendo cosas a sabiendas que no se pueden ofrecer. ¿Cómo vamos a desescalar cuando todavía nos estamos rompiendo los cuernos subiendo sin parar día a día para alcanzar el pico?. Me lo expliquen.

Por eso me permito ofrecer mi consejo a la señora Montero, tan frívola ella, con esta cita, que le viene al pelo:

"Más vale permanecer callado y parecer tonto, que hablar y despejar todas las dudas".

Cada cual que saque sus conclusiones.

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